Es la pregunta que quiero hacerte para definir si tu emprendimiento cumple con tus aspiraciones de vida. Incluir el componente de “felicidad” dentro de tu visión es extremadamente importante si deseas crecer sosteniblemente y gozar de lo que decidiste emprender. Para que esto suceda te recomiendo primero conectar tu emprendimiento con tus sueños. Es más, deberías considerar tu emprendimiento como el camino que construirás progresivamente para alcanzar tus objetivos de vida.
El emprendimiento se ha vuelto una moda y muchas personas emprenden un negocio por una idea o una emoción que no vienen necesariamente conectadas con sus sueños.
En este caso, la decisión de emprender nace de la motivación económica, de ser exitoso, independiente, etc., en lugar de una intención de materializar un sueño y luchar por él. Es probablemente el error más grande de los emprendedores, ya que la intención de montar un negocio no nace de un acto sincero de desarrollar una idea.
El emprendedor debería realizar un trabajo de introspección en el que aprenda a conocerse, definir lo que le gusta, sus fortalezas, debilidades y entienda lo que desea lograr en su vida. Este proceso es absolutamente vital para asegurar la motivación y resiliencia, ya que podrá ser fiel a sí mismo y disociar lo que realmente quiere contra lo que la sociedad quiere para él.
Una manera de materializar este proceso es crear un sueño. Es un filtro bastante poderoso para el ser humano porque nadie sueña lo que no le gusta. En caso contrario sería una pesadilla.
Definir un sueño involucra una cierta meditación y concentración que obliga la persona a ser fiel a sí misma y evaluar sus intenciones. Es la oportunidad de responder preguntas como: “¿Qué quiero para mi vida?”, “¿Qué me hace realmente feliz?”, “¿Para qué estoy dispuesto a luchar?”, “¿Dónde me veo en 2, 5, 10, 20 o 50 años?”, “¿Qué me gusta hacer y qué no deseo hacer?”.
Lo interesante del proceso es que, los sueños ya son interiorizados. Se trata de volverlos a despertar y materializarlos, pensar claramente sin ser influenciado por otras personas o redes sociales. Obviamente, cualquier persona puede emprender sin cumplir el proceso y de hecho muchos han logrado un éxito económico con negocios que no vienen relacionados con sus sueños. Pero no es el punto, creo muy fuertemente que si buscamos transmitir la importancia de ser feliz mientras se emprende, la consecuencia de esta felicidad será el éxito económico.
Como te puedes dar cuenta, emprender es una mentalidad y un estilo de vida en lugar de ser un trabajo. Y es precisamente por esa razón que muchas personas se pierden en el camino.
Al fallar de asociar su negocio a un sueño, el emprendimiento se vuelve una carga.
Karyna González
Fundadora de Spacio Mujer
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