La sesión de Yoga ha finalizado. Relajados, en dulce calma y completo bienestar, permanecemos sentados sobre la mat y buscamos nuestra breve lectura habitual. El último párrafo leído, referente a la sanación, nos había dejado asombrados y ahora destacamos estas palabras del Dr. Deepak Chopra: “La sanación solo puede entenderse si la mente es tan consciente como el cuerpo”. Entonces comenzamos a leer: “La sanación debe ser tan continua como la respiración, no un proceso aislado para rechazar una enfermedad: debe significar comunicación constante con el campo.
Ya analizamos el paso más importante: tomar conciencia de las sensaciones del cuerpo. Otra cosa que puedes hacer es empezar a tomar conciencia del campo que unifica todo de manera invisible. ¿Cómo?
Normalmente pensamos en cosas, personas y acontecimientos, toda clase de estímulos externos; ahora, intenta observar el espacio entre las cosas”. Reflexionamos un instante y seguimos leyendo:
“Si estás mirando a una persona, dirige tu atención al espacio que te separa de ella. El campo está donde pensamos que no hay nada: en el espacio entre pensamientos, entre objetos, entre una respiración y otra, entre movimientos. Se trata del mismo espacio, pero lo que llamamos “nada” es falta de conciencia. Si eres consciente, el espacio está lleno, es rico, dinámico. Es el campo del potencial puro, la región ignota de donde surgirá el instante siguiente y todo lo que éste conlleve”.
Nuevamente nos detenemos a reflexionar sobre tan profundas observaciones y continuamos:
“El espacio siempre está en calma, por lo que al dirigirle tu atención calmás la mente. Al mismo tiempo tu cuerpo puede empezar a desechar la frustración, la tensión y los residuos acumulados del estrés pasado. En este estado de profunda relajación, la sanación está más activa.
El cuerpo necesita desechar la energía atascada en emociones, recuerdos y experiencias traumáticas del pasado. Lo deseable sería no identificarnos con estas influencias negativas, no aferrarnos a ellas…”. Con ganas de seguir leyendo ponemos el señalador porque debemos retirarnos. Namasté.
Ana Laborde
Profesora de Yoga
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