El economista Daniel Marx explicó los motivos por los que, luego de los anuncios del Gobierno, los mercados mostraron desconfianza con bonos en baja y riesgo país en alza. “La incertidumbre sobre la fase dos del programa económico y el manejo de las reservas afectan la confianza”, consideró.
Por otro lado, sostuvo que se considera “optimista” con las regulaciones de la Ley Bases: “Toda la ley me parece mucho más fuerte como mecanismo de transformación y de atracción de inversiones que el RIGI en sí mismo”, señaló en declaraciones a Perfil.
Daniel Marx fue director del Banco Central durante la presidencia de Raúl Alfonsín, representante financiero especial y jefe negociador de la deuda externa argentina, entre 1989 y 1993. A continuación los principales pasajes de la entrevista al director de la consultora Quantum Finanzas.
A pesar de los anuncios del Gobierno del fin de semana pasado, desde el lunes los mercados muestran signos de desconfianza: los bonos argentinos cotizan en baja y el riesgo país está en alza. ¿Por qué se da esto?
Creo que esto viene arrastrándose, es decir, existía una incertidumbre sobre lo que el Gobierno llama la fase dos de su propio programa económico.
En su conferencia de prensa, el Ministro de Economía y el presidente del Banco Central trataron de señalar algo, pero había una expectativa que era distinta a lo que dijeron.
A partir de ahí se generó un signo de interrogación importante y creo que lo del fin de semana último fue una reacción a lo que había ocurrido en las semanas previas, que es una suba de la cotización del dólar en el mercado libre, con una amenaza a que esto afecte el nivel de inflación, cuando venía cayendo, y eso se marcó como una prioridad muy importante.
Ahora, simultáneamente empezaron a visualizarse algunas de las reglas monetarias para adelante, pero me parece que ahí también hay una cuestión entre tratar de entender las reglas, cómo esto encaja dentro del programa económico general, y si realmente van a lograr ser efectivos, convencer y no solo eliminar la amenaza de una nueva suba de inflación, sino más bien entrar en algo mucho más estable para adelante con algún grado de mayor reactivación en la actividad económica.
También está la discusión sobre si se levanta o no el cepo. Esto está generando mucha expectativa, se pensaba que era un buen momento pero ahora el Gobierno parece más renuente que antes dado la escalada en la cotización de este tipo de cambio libre y eso está generando un grado de tensión que se suma un poco a los temas previos.
El Presidente dijo que en la mayoría de los países del mundo un cambio en el mercado cambiario no afecta a la inflación. Pero, ¿no es una recesión la estrategia que usa el Gobierno para mantener la inflación baja a pesar de las subidas de tarifas?
Empezando por la actividad, creo que en casi todos los países una de las formas de enfrentar una suba de la inflación es enfriando la actividad económica.
En Argentina había un diagnóstico de exceso de pesos y había que sacar los pesos, para poder frenar la inflación y aguantarse los efectos sobre la baja de actividad.
Pero simultáneamente, en Argentina tuvimos una caída del deseo de tener pesos. Entonces el Gobierno tuvo que aplicar una medicina mucho más fuerte de reducción en la cantidad de pesos.
Y sobre esto también el Gobierno tiene su responsabilidad, porque no ha hecho un gran esfuerzo en tratar de reivindicar el peso como una moneda de pago, como un mecanismo de ahorro, sino más bien lo contrario.
Entonces, eso generó que la medicina que tuvo que aplicar fue muchísimo más fuerte que lo habitual, en aras de la inflación y pagando un costo superior en materia de actividad económica.
Creo que hay otros mecanismos que hay que considerar. Por ejemplo, si el Banco Central interviene o no interviene, pone los dólares para hacer el comercio exterior, particularmente importaciones, o hay que recurrir a mecanismos alternativos.
¿Cuán confiable resulta para los bonistas y los mercados que hasta hace unas semanas atrás una de las reglas del programa era acumular reservas para salir del cepo y que hoy estemos utilizando reservas para garantizar una contención del valor de los dólares en el mercado libre?
La pregunta que estás haciendo refleja la confusión. No tengo una respuesta muy certera, porque no puedo encontrar indicaciones demasiado claras de guías de política del Gobierno.
Yo entiendo que hay que moverse con pragmatismo en un ambiente que venía muy complicado, y hay que ir viendo cómo reacciona el paciente e ir ajustando la medicina a partir de eso.
Pero también entiendo que mucho depende el Gobierno, que es el único que puede dar señales para coordinar los distintos agentes económicos. Y en materia de moneda, recibimos señales que va a haber que dolarizar. Pasamos después, en algún momento, a una competencia de monedas.
La competencia de monedas era, al final, dolarizamos, porque no va a haber más pesos. Después se dice que va a haber pesos porque vamos a ir comprando reservas de la manera que la gente tenga, y eso es una emisión genuina de pesos.
Hay confusiones, por eso me parece importante tratar de compatibilizar con el hecho de ser pragmáticos. Tanta confusión genera un problema superior al que uno debería tener.