Para la psicóloga clínica, Karina Moreira, el ghosting y el bloqueo “es una forma de poder desaparecer sin tener que dar muchas explicaciones”. Admitió que “el bloqueado vive su rechazo o dolor de manera solitaria. Me parece que las redes sociales que son personales, el manejo se vive en soledad a pesar de estar en comunidad”.
Sin ser un justificativo, el fundamento de quien bloquea o ghostea es no dar la cara. “Es fácil no responder, desaparecer de tu vida. Antes, sin redes sociales, probablemente nos acercaríamos a preguntar qué le pasó al otro. Ahora se naturaliza esa cuestión”, dijo Moreira sobre la cuestión.
En entrevista con FM 89.3 Santa María de las Misiones y canal 9 Norte Misionero, la profesional de la Psicología sostuvo que “es más fácil escribirle a alguien lo que sentís antes que decirlo de frente. Es una forma de decir tácitamente. Lo que se evita ahí es hacerme cargo personalmente. Lo digo tácitamente, con el sujeto ausente”.
Retomó la cuestión de las relaciones personales: “No nos quitó interacción personal sino que nos quitó calidad de esas reuniones. Hay personas que se manejan muy bien y dejan el celular, lo miran de vez en cuando para ver si deben contestar un mensaje. Pero si estoy todo el tiempo mirando el teléfono frente al otro, se perdió calidad en la interacción, eso es muy particular”, dijo.
Luego, llegó el vínculo afectivo mediante redes, en tiempos donde muchos ya no piden el número de teléfono sino el usuario en redes del otro. “Tenemos información más accesible, pero eso, tal vez, quita un poco el encanto de las relaciones interpersonales. Pero también es interesante conocer a alguien por las redes para chequear qué te gusta y analizar si te involucrás o no al ver si tiene cuestiones que no son de interés”, indicó Moreira.
¿Bloquear es de inmaduro?, se le preguntó a Karina, a lo que respondió: “Habría que ver el caso particular, qué te dijo, si fue como hater o te está exponiendo en algo que realmente hiciste. Lo bloqueo porque saca una verdad mía o porque no aporta nada favorecedor. Si es lo último, estaría bien”.
Sobre el uso de filtros para las fotografías que se suben a las redes, contó: “Yo uso redes sociales y trato de no usar filtros y me genera que la gente después me va a ver y se va a preguntar si soy yo la misma de las redes. Es una máscara para ser aceptados, buscamos en las redes todo el tiempo la aceptación del otro”.
También se la consultó si por salud mental es mejor no tener redes sociales. “Nadie está mejor o peor que el otro. Tiene que ver en cómo manejo las redes. La tecnología, la IA, las redes, ya no se atraviesa, va avanzando. La herramienta que debemos usar es la red social y cómo me adapto con eso que está ahí hará que me maneje de buena o mala manera”, aseguró a la pregunta.
Finalmente reveló que “los adolescentes son los que más se preocupan. Los adultos se preocupan más por no poder adaptarse, por fuera de las redes. No están capturados por la red social y los adolescentes están en una etapa de constitución de su identidad, de su subjetividad. Y la constitución la toman del medio, según con quién me rodeo: qué le gusta a otro, qué está de moda, etc. Incluso manejan otro vocabulario en el mundo adolescente y se construyen generalmente por redes con su conexión e interacción”. Y pidió: “Hay que enseñar a los niños y adolescentes a usar las redes y a protegerse de ellas. Están muy expuestos por su vulnerabilidad ante adultos que puedan someterlos a ciberacoso”.