El juzgado de Instrucción 2 de Jardín América, a cargo del juez Roberto Sena, tramita una causa por supuesto “abuso sexual simple calificado por su condición de educador” que tiene por acusado a un profesor mientras que la víctima sería una alumna de 15 años.
Fuentes en contacto con PRIMERA EDICIÓN revelaron que los hechos habrían sucedido en junio pasado, cuando en una de las salas del establecimiento el docente habría abusado de la alumna.
Los datos se desprenden de la denuncia policial y de las respectivas audiencias de la víctima en cámara Gesell.
De acuerdo a lo expuesto en la denuncia, realizada en la comisaría local y luego derivada a la Comisaría de la Mujer de Puerto Rico, el hombre se acercó a la adolescente y comenzó a tocarle una pierna hasta llegar a sus partes íntimas. La joven dijo que quedó sorprendida y corrió a otro sector donde estaban sus compañeros.
La acusación refiere además que el denunciado habría amenazado a la menor para que no contara nada o, de lo contrario, “golpearía a su madre o alguno de sus familiares”.
Precisamente la madre de la víctima fue quien comenzó a notar un comportamiento extraño en su hija que ya no quería ir a clases, especialmente los días en que debía encontrarse con el docente.
Tras varios días finalmente relató lo sucedido, por lo que la madre acudió al establecimiento a pedir explicaciones y exponer la problemática. Si bien desde el establecimiento le habrían manifestado que se ocuparían del tema, el profesor nunca fue apartado de sus funciones, de acuerdo a fuentes judiciales.
La mujer denunció los hechos en la comisaría local y, tras las primeras averiguaciones dispuestas por el juez instructor, el sujeto fue notificado de una prohibición de acercamiento con la menor y también de la instrucción de la causa en su contra.
La adolescente describió lo sucedido en cámara Gesell y durante ese procedimiento dijo que el abuso se produjo una sola vez. Sin embargo la investigación en curso intenta determinar si existieron otras situaciones similares.
Durante la audiencia la víctima describió que sentía miedo frente a la posibilidad de cruzarse con el docente debido a las amenazas que recibió tras el episodio.
Una vez citado a indagatoria, el acusado designó defensores y negó rotundamente los hechos. Con todo, el juez instructor le notificó de la prohibición de acercamiento y lo imputó formalmente por “abuso sexual simple calificado por su condición de educador” hasta tanto concluya la investigación.