La CoProTé se vuelve a reunir esta semana para tomar definiciones sobre la zafra de té, cuyo inicio está prevista para el 1 de septiembre. En ese trayecto, el sector productivo ya elaboró y presentará esta semana su estructura de costos con la cual reclamará un precio de $130 por kilo de brote verde puesto en secadero.
“Durante toda la semana, los dirigentes y los productores fuimos elaborando la grilla para finalmente ponernos de acuerdo para no aceptar menos de $130 0 $125. Hay que recordar que en la zafra anterior, una buena parte se terminó cobrando $61, que fue el último valor que se fijó”, dijo a este Diario el representante del sector productivo en la CoProTé, Cristian Klingbeil.
Hay que recordar que la zafra había iniciado con un valor de $32,50, pero a medida que fueron dándose fluctuaciones en el precio del dólar, junto con la devaluación que se aplicó en diciembre, apenas días después de la asunción de Javier Milei, los nuevos valores también influyeron sobre lo que se acordó pagar al productor.
En cuanto a lo que se pide ahora, Klingbeil remarcó: “Por lo que estuvimos hablando y poniéndonos de acuerdo, finalmente llegamos a este precio que vamos a pedir. No es el mejor, pero no deberíamos hablar de menos de eso. Los costos de reacondicionar un teal este mes fueron mucho más altos que el año anterior. La mayoría de los teales quedaron con, por lo menos, una cosecha arriba (no se cortó) y eso implica un mayor costo en la poda: más combustible, más horas de máquina e incluso hay partes en las que se tiene que volver a repasar (podar dos veces el mismo té) que acrecienta el costo y el valor de los fertilizantes que está muy caro en dólares y hoy 10 centavos del dólar oficial no cierra más”, acotó el dirigente.
“Brecha abismal”
“Eso se nota claramente con el valor del dólar exportación que está por encima de los $1.000 (80% oficial y 20% de contado con liqui); más allá de eso hoy por hoy, con los 10 centavos de dólar no nos cierran los costos: el jornal subió extraordinariamente, no nos oponemos ni decimos que está mal o bien, simplemente que es un costo que tenemos y hay que pagarle a la gente lo que se fija. Eso lo debemos trasladar a precio, no podemos absorberlo ni los productores ni los prestadores de servicio y mucho menos exigir a los obreros que acepten menos que lo que corresponde”, especificó el hombre.
Quien amplió: “Por dar un ejemplo, antes teníamos un costo final de 8 centavos de dólar y con 10 centavos podíamos tener un mínimo de rentabilidad. A la fecha, con 10 centavos de dólar no cerramos ni los costos de dejar un kilo de te en el secadero”.
“Esta semana se vuelve a juntar la mesa y por lo menos nosotros nos vamos a ir a sentar con esa postura. Comprendemos que a partir de esto no va a pintar nada fácil la discusión, porque hablamos de un gran aumento, pero creo que van a entenderla ya que todos estamos padeciendo y padecimos aumentos que no se recomponen con el valor del dólar”, reconoció el dirigente y productor.
“Todas las cosas (costo de vida incluido) están subiendo encima de 3% a 5% mensual mientras que hay una devaluación del 2% y cada vez se nos hace una brecha mucho más abismal, que no ha parado de ensancharse desde que se inició con este modelo”, zanjó.
Y finalizó: “Esto es lo que intercambiamos los distintos referentes y productores desde que comenzamos a acercarnos a la fecha de inicio de zafra quienes ya dijimos que no nos vamos a mover de ese valor”.
Entre rumores, acuerdos, certezas e incertidumbres
La reapertura de la mesa de negociación a principios de este mes se hizo en medio de un sinfín de rumores, uno de los cuáles y el más fuerte tenía que ver con que habría un sobre stock del producto y la Industria no tendría planeado comprar, por lo menos hasta fin de año o bien entrado enero de 2025. Tanto Cristian Klingbeil, como Fabián Labán pusieron blanco sobre negro respecto a la cuestión al señalar que desde la primera reunión se le pidió claridad y seriedad a la Industria para que aclaren como se iban a comportar en el inicio de la zafra.
“Los dos representantes de la Industria nos recalcaron que ellos tienen pensado arrancar cuando empiecen a haber brotes de té. Entonces, el acuerdo es empezar la cosecha y ver hasta donde se extiende”, dijo por su parte Cristian Klingbeil.
“Los inicios de zafra históricamente se dan los 1 de septiembre. Sin embargo, así como viene el frío y los ataques de ácaros, nuestras estimaciones nos hacen pensar que es difícil que la cosecha arranque antes de la segunda quincena de octubre, porque no va haber broto y los secaderos arrancan cuando hay broto. Siempre fue así, pero en un contexto como el nuestro puede haber alguna que otra excepción”, aclaró Labán.
“Ahora que estamos ante un escenario en el cual el uso de glifosato será normal, creeríamos que no habría ningún tipo de problemas. Además, según las exportaciones en el inicio de semestre, según cifras del INDEC venimos normal, por lo tanto y por lo menos en la CoProTé, la gran mayoría va arrancar a término”, sostuvo. Por esa misma razón, los productores ya comenzaron las tareas de poda, además que ningún secadero informó que detengan tareas porque ellos no van arrancar.
“Hay muchos rumores dando vueltas, por esa razón nuestra sugerencia es que cada productor y cada prestador de servicio tiene que dirigirse a la oficina del secadero con el cual trabaja y preguntar cuándo van a comenzar a recibir el té y en base a eso cada uno sabrá cuándo arrancar la poda, porque una vez finalizado este trabajo ya empieza a brotar el té y al tiempo se debe cosechar”, dijo.
“Puede haber algún sector o secadero que arranque un poco más tarde, pero serán los menos y los casos aislados”, dijo.
Y reiteró: “La mejor opción es que el productor se acerque a hablar con el secadero al cual le vende su producto y ponerse de acuerdo. Han habido miles de comentarios y rumores y si uno se va a guiar por eso dimes y diretes, se van a quedar locos. Entonces no queda otra que informarse por vías oficiales y directas con su secadero, para sacar un estimado de cómo alcanzan las tareas en la plantación”. “Cada zona tiene su microclima y en vista de ello, en un contexto de incertidumbre se tienen que asegurar”.