
Maximiliano David Chávez, un armonicista de 34 años oriundo de Posadas, Misiones, viajó a Shanghái para representar a Argentina en el Asia Pacific Harmonica Festival, uno de los encuentros más importantes del mundo para los aficionados y profesionales de este instrumento.
La competencia, que se celebró del 10 al 11 de agosto, marcó la vuelta a la presencialidad tras la pandemia por el coronavirus de este imponente festival.
Sus primeros pasos
Chávez comenzó a tocar la armónica entre los 7 y 8 años, influenciado por el ambiente musical que se vivía en su casa, donde sonaban bandas como los Rolling Stones y los Beatles.
Aunque su primer acercamiento fue con una armónica que consideraba más un juguete, no tardó en adquirir un instrumento profesional que le permitió explorar su pasión por la música.
A lo largo de su carrera, Chávez se formó de manera autodidacta, complementando su aprendizaje con clases online y talleres en festivales internacionales.
El Festival
La oportunidad de viajar a China surgió a partir de una colaboración con la marca de armónicas Easttop, con quienes Chávez había estado en contacto desde 2018.
La marca, impresionada por los videos que Chávez compartía en redes sociales, lo invitó a ser parte de su equipo de artistas y lo convocó para participar en el festival en Shanghái. “Ellos organizan el Asia Pacific Harmonica Festival, que no se hacía de manera presencial desde 2018 por la pandemia”, explicó Chávez.
El festival reunió a armonicistas de todo el mundo, siendo Chávez uno de los pocos representantes de Sudamérica.
Repertorio regional
Durante sus presentaciones, Chávez llevó consigo un repertorio que fusionaba su amor por el rock y el blues con la música regional argentina.
El 10 de agosto, interpretó “Canción de amor para Lucía” del Chango Spasiuk, seguido por “Retrato de un pescador” de Ramón Ayala y “Kilómetro 11”.
En su segundo concierto, el 11 de agosto, ofreció una versión instrumental de “Cosechero”, también de Ayala, adaptando estos temas para la armónica diatónica, un instrumento más comúnmente asociado al blues y al rock que al folclore argentino. “Es un desafío porque no hay nada grabado de ese estilo con este tipo de armónica”, comentó.
Además de su amor por la música, Chávez destacó la importancia de llevar la cultura misionera a un escenario internacional. “Sentí una gran responsabilidad de mostrar lo que somos y cómo nuestra música puede adaptarse a otros formatos. Creo que hay un mundo de posibilidades por descubrir con la armónica, especialmente en nuestro folclore”, aseguró.
Su participación en el festival no solo fue un logro personal, sino también una oportunidad para visibilizar la riqueza cultural de Misiones y Argentina.
Chávez también expresó su agradecimiento a la empresa de transporte Crucero del Norte, que le brindó su apoyo cubriendo los pasajes para su viaje a China.
“Sin la ayuda de Crucero del Norte, este sueño habría sido mucho más difícil de alcanzar. Fue un gesto que no solo me permitió representar a nuestro país, sino también llevar la música de Misiones al otro lado del mundo”, comentó con gratitud.
El Asia Pacific Harmonica Festival fue una experiencia inolvidable para Chávez, quien espera que su participación inspire a otros músicos a explorar las posibilidades de la armónica en géneros no tradicionales y a llevar la música argentina más allá de sus fronteras.
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