A partir de la publicación en el Boletín Oficial del Decreto de Necesidad y Urgencia 731/2024, el Gobierno nacional estableció cambios significativos en la forma en que se manejan las propinas en el sector gastronómico, hotelero y de servicios.
La medida, que busca modernizar un sistema que no ha sido actualizado desde la década de 1970, no reemplaza la posibilidad de dejar propinas en efectivo, pero sí obliga a los establecimientos del sector a habilitar medios para facilitar el uso de pagos electrónicos para las propinas, sin alterar la naturaleza voluntaria de estas contribuciones.
Martín Oria, miembro de la Asociación Misionera de Hoteles, Bares, Restaurantes y Afines (AMHBRA), dijo a FM 89.3 Santa María de las Misiones que “en Argentina, hace décadas existía un laudo que obligaba a los consumidores a dejar un porcentaje para el servicio prestado, similar a lo que ocurre en Brasil o Estados Unidos, donde las propinas suelen ser del 10% y hasta el 22% respectivamente”.
Sin embargo, esta obligación se eliminó y las propinas quedaron como una decisión voluntaria del cliente. Con la llegada de los pagos electrónicos, surgieron complicaciones, ya que las propinas pagadas con tarjeta de crédito pasaban por el sistema de la empresa, lo que resultaba en la pérdida de una gran parte del monto original debido a comisiones y otros gastos financieros. Ahora, este DNU permite que los trabajadores del sector reciban las propinas a través de medios electrónicos eliminando intermediarios que antes se quedaban con un porcentaje significativo de las mismas.
“Lo que hicieron con este decreto fue facilitar la situación. Ahora se establece claramente que la propina es un derecho del personal y nada tiene que ver con el emprendedor”, subrayó Oria. De esta manera, un trabajador despedido o que renuncia no podrá reclamar la propina como parte de su salario, lo que antes generaba conflictos legales en algunas provincias.
“Hubo juicios muy grandes donde el personal demostró que recibía propinas en ese restaurante o hotel, y eso terminaba en una demanda, donde se incluía la propina como parte del salario, cuando en realidad no lo es”, comentó Oria y agregó que “a medida que se popularizaron los pagos electrónicos, sucedía que el cliente pedía que le cobraran la cuenta y la propina con tarjeta de crédito. Sin embargo, el problema era que el restaurante o hotel pasaba la tarjeta de crédito por el posnet de la empresa, y esa empresa tardaba casi 21 días en acreditar el dinero. Además, había que tributar IVA, Ganancias y los gastos de comisión del banco por el servicio del posnet. Esto reducía significativamente el monto de la propina, quedando solo un 5% para el personal”.
Ahora, el decreto habilita estas nuevas modalidades de pago para las propinas. Por ejemplo, los mozos podrán recibir propinas directamente en sus billeteras virtuales, como Mercado Pago, sin que el dinero pase por el sistema de la empresa. Esto asegura que el trabajador reciba el 100% de la propina, evitando que las comisiones financieras reduzcan su valor.
“Estamos esperando la regulación del Banco Central para ver cómo se implementará esta medida en detalle y qué costos tendrá para los trabajadores”, añadió Oria.
En cuanto a la obligatoriedad de dejar propinas, Oria aclaró que “no es obligatorio” y explicó que la confusión surgió cuando se anunció el DNU, pero lo que se está haciendo es modernizar un sistema antiguo, adaptándolo a los tiempos actuales en los que los pagos electrónicos son cada vez más comunes.
“Esto no cambia la naturaleza de la propina como un acto voluntario, simplemente facilita que quien quiera pagarla lo haga a través de medios electrónicos”, sostuvo.
Además, remarcó que este sistema “se aplicará por ahora en gastronomía, hoteles, expendedores de combustible y actividades de reparto, pero se prevé que en el futuro se sumen otros sectores. La plata electrónica vino para quedarse, pero si no se bajan impuestos y comisiones, los costos seguirán siendo muy altos para los empresarios”.
Finalmente, respecto a la actualidad del sector, que ha enfrentado desafíos importantes debido a la inflación, comentó que “julio fue muy bueno para el esparcimiento, gastronomía, heladerías y cafeterías, y aunque la hotelería también anduvo bien, la gran oferta de departamentos de alquiler temporario en Posadas compite fuertemente con los hoteles”.
De cara al futuro, septiembre y octubre son meses clave para el sector, con eventos como el Día de la Primavera y el Día de la Madre, que generan un gran movimiento en el sector de esparcimiento. Oria se mostró optimista sobre el impacto de estas fechas en la actividad económica local, especialmente si el clima acompaña.