El juez de Instrucción 1 de la Primera Circunscripción Judicial, Marcelo Cardozo, firmó hace pocas horas la prisión preventiva para el agente de la policía provincial, Rubén Héctor Aguirre Chais, único detenido por el homicidio de Jorge Daniel Acuña (32), conductor de Uber asesinado a balazos el lunes 22 de julio en esta capital.
La decisión del instructor del expediente es bajo la calificación de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego y por ser cometido por un funcionario público”. Acusación que prevé en debate una pena de prisión perpetua. La medida procesal se concretó el viernes de la semana pasada y fue notificada a las partes involucradas.
De todas maneras, el expediente continúa a la espera de pericias que, se baraja, complicaría y sellaría la acusación de Aguirre Chais, según las voces judiciales consultada por PRIMERA EDICIÓN. Se trata de los análisis a los teléfonos celulares entregados a la Secretaría de Apoyo para las Investigaciones Complejas (SAIC).
Fueron secuestrados a la pareja del exagente que cumplía funciones en la comisaría Segunda de la Unidad Regional I, el de un mecánico que habría estado en contacto con Acuña minutos antes de su desaparición, de la pareja de la víctima y el del investigado como autor del crimen.
De acuerdo a los informes forenses, Acuña murió a causa de dos balazos que le impactaron en la espalda y cabeza. Sobre estos disparos, la labor de la Policía Científica determinó que partieron del arma reglamentaria secuestrada al policía tras la detención de los investigadores de la Dirección Homicidios que fue concretada el viernes 26 de julio pasado, dos días después del hallazgo del Fiat Siena que utilizaba la víctima para trabajar con la aplicación Uber.
A las 20 del día mencionado y una hora después de la aprehensión de Aguirre Chais antes de ingresar a su vivienda de la avenida Tomás Guido casi Blas Parera, a la vera del bypass de la ruta nacional 12 entre Posadas y Garupá fue hallado el cadáver.

Como se publicó, de los análisis de registros de videos, los investigadores de la Dirección Homicidios identificaron un automóvil Renault Kwid que fue visto en el rango horario de la desaparición de Acuña, entre las 15 y 18 del lunes 22 de julio, en inmediaciones del cementerio La Piedad y también en las inmediaciones del taller mecánico de la avenida Lavalle casi Tambor de Tacuarí, cuyo propietario fue demorado algunas horas ante la sospecha de que obvió información o directamente mintió a los investigadores cuando declaró que vio a Acuña llegar a su local con el Fiat Siena.
Se presume que Aguirre Chais le habría disparado dos veces a Acuña y descartó el cuerpo entre malezas frente a una tranquera de campo a la altura del arroyo Estepa del by-pass en proximidades al ingreso a Garupá.
El raid continuó, el policía apagó o destruyó el celular de la víctima fatal, siempre dentro de la hipótesis firme, y se puso al volante del Fiat Siena blanco hacia el cementerio de Posadas. A pocos metros de su automóvil frenó, limpió lo que pudo dentro del vehículo alquilado por Acuña a un comerciante colombiano, le quitó las patentes y las dejó en el baúl, para demorar su ubicación y se dio a la fuga.
El Siena fue descubierto el miércoles por la tarde. Le detectaron rastros de sangre y vestigios de disparos de arma de fuego. El jueves por la noche en el patio trasero de la comisaría Quinta de Garupá, la prueba del reactivo luminol confirmó rastros de sangre limpiada. Menos de 24 horas después, dieron con el sospechoso.