En el Congreso de la Nación se encuentran 23 proyectos de ley que buscan regular el juego online ilegal, que se está convirtiendo en un grave flagelo social desde la pandemia a este tiempo: 17 en Diputados y el resto en la Cámara de Senadores. En este sentido, el presidente del Instituto Provincial de Loterías y Casinos, Héctor Rojas Decut, explicó que hay coincidencia en casi todos los proyectos en dos temas: tener facultades para solicitar la “baja” de las páginas ilegales y regular la publicidad de los influencers que promocionan estos sitios.
“Básicamente todos buscan que no necesariamente sea la Justicia la que tenga que pedir al ENACOM baja de los sitios y las pasarelas de pago; que puedan ser los institutos provinciales del juego o nucleados a través de ALEA (Asociación de Loterías, Casinos y Quinielas de Argentina)”, explicó en declaraciones televisivas.
Y por otra parte, “reglamentar lo que tiene que ver con la promoción y la difusión por parte de influencers. Entonces, determinados influencers que tengan, por ejemplo, más de 250.000 seguidores, van a tener que cumplir normas donde todo lo que ofrecen, promocionan, tengan las habilitaciones correspondientes”, explicó.
De esta manera se busca que solamente puedan promocionar sitios y actividades legales, buscando cortar la difusión de páginas de juego ilegal, que están causando un grave drama en la juventud, con consecuencias en la salud y en la economía de sus familias.
“Lo que tiene también el juego online es que paga suculentas sumas de dinero por promocionar esto. Es sideral la diferencia con cualquier otra publicidad”, sostuvo Rojas Decut.
Cientos de influencers comparten diariamente enlaces que conectan a sus seguidores con plataformas caseras y clandestinas de juego online, facilitando el acceso y generando publicidad, asegurando resultados favorables en dichas casas de apuestas.
Además, aclaró que estos sitios “pagan cero impuestos, se llevan toda la ganancia sin ningún tipo de control y al usuario lo deja librado al azar”, haciendo al comparación con los institutos como el IPLyC que reinvierten las ganancias en acciones sociales y destinan parte a los ministerios de Salud y Desarrollo Social.
Más de 200 páginas ilegales
A fines de julio, tras un seguimiento de diferentes sitios de internet, el IPLyC denunció ante la Justicia más de 200 de ellos que ofrecen apuestas deportivas, juegos de casino y otras formas de juego clandestino sin estar habilitados para ello.
Estas páginas “no garantizan la seguridad a los apostadores ni tampoco la transparencia a las personas que participan en las actividades que se proponen”, argumentó el organismo misionero en su presentación ante el Juzgado de Instrucción 1 de Posadas, como parte de su función reguladora del juego de azar en la provincia.
Rojas Decut señaló que en las denuncias actúa el área de Cibercrimen de la Policía: “Nosotros denunciamos en el Juzgado de Instrucción, pidiendo la intervención y el requerimiento”.
“Para nosotros la prioridad es que esas páginas que están operativas, se pueda librar un oficio al ENACOM, que es el único ente que puede dar de baja una página .com. Después se puede rastrear quiénes son los titulares a partir de la identificación del IP, en qué domicilio está, dónde está. Necesitamos un montón de recursos humanos, económicos, tecnológicos, por eso siempre vamos detrás de los acontecimientos”.
“Todos los sitios de Internet que no tienen extensión .bet.ar son de apuestas ilegales”. Los .com son ilegales, remarcó el funcionario.
Publicidad de influencers
En el Congreso se encuentran varios proyectos en este sentido, que buscan establecer un marco jurídico para la regulación de la actividad de influencers de modo tal de transparentar los usos publicitarios con fines de lucro que desarrollan a través de las redes sociales.
“Hay actividades que realizan los influencers, como la publicidad, sorteos o promociones encubiertas de determinados productos o servicios que en muchos casos son perjudiciales para la salud y que hoy no tienen ningún tipo de marco jurídico que los enmarque”, argumentan.
Las iniciativas buscan garantizar que cualquier promoción de productos, bienes o servicios sea claramente identificable, informando si se obtiene algún beneficio económico o material y si se han realizado alteraciones digitales en imágenes o videos para su promoción.
Algunos además proponen fomentar una comunicación responsable, respetando la legalidad y veracidad, y protegiendo a los usuarios conforme a la Ley de Defensa del Consumidor, Lealtad Comercial y la Ley de Protección Integral de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes.
“Creemos que los influencers deben respetar y velar por el cumplimiento de ciertas normas que ya existen. En esta nueva era digital, muchas de las normas existentes entran en zonas grises en las cuales es necesario echar claridad” remarcaron los legisladores.
El propósito es evitar la promoción de productos y servicios que puedan ser perjudiciales para los consumidores, como juegos de azar, apuestas, tabaco, alcohol, y medicamentos no autorizados, así como tratamientos estéticos sin respaldo profesional.
El juego es la nueva “droga digital”
La adicción al juego es una enfermedad silenciosa que está afectando a niños y adolescentes en todo el país. Desde la pandemia a esta parte, cada vez es más frecuente que los grupos de jovenes se reúnan para apostar. Otros lo hacen solos, incluso en los recreos de la escuela, según reveló el diputado nacional por Misiones, Carlos Fernández, en declaraciones a FM 89.3 Santa María de las Misiones.
La adicción al juego es una enfermedad silenciosa que está afectando a niños y adolescentes en todo el país. Este aumento se debe a la expansión del mercado ilegal de juegos en línea y la publicidad agresiva en redes sociales y transmisiones deportivas, especialmente en el fútbol. Esta “droga digital” se mete en las casas, en las habitaciones de nuestros hijos, en la escuela, en los clubes y en todo ámbito privado que este al alcance.
Mientras muchos equipos de fútbol de Primera División del país exhiben publicidades de casas de apuestas en sus camisetas, miles de jóvenes, atrapados por el juego a edades cada vez más tempranas, se endeudan y recurren a prestamistas clandestinos para financiar su adicción, generando graves conflictos familiares y personales.
En 2020, las apuestas generaron US$ 65.316 millones, y se proyecta que aumenten a cerca de US$ 130.000 millones para 2027, lo que hace urgente mitigar las consecuencias de los juegos de azar.
El reclamo generalizado es que las casas de apuestas online deban incluir advertencias sobre los efectos perjudiciales del juego en sus plataformas y publicidad, ocupando al menos el 20% del espacio con mensajes claros sobre los riesgos, así como la creación del Registro Nacional de Personas con Ludopatía (RNPL), y la intervención del ENACOM para poner un freno físico al ingreso de plataformas irregulares rastreando y bloqueando líneas y plataformas.