Cada uno corre su propia carrera, su propia maratón de la vida, a su ritmo. Desafiamos imposibles cada vez que nos atrevemos a expresar en voz alta y con hechos, lo que realmente queremos lograr, sin conformarnos con menos.
¿Qué desearías conseguir si todo fuera posible? la respuesta marca la dirección a seguir. No mires los ritmos de otros, solo sigue tu propio ritmo, dando lo mejor, atreviéndote a desafiarte. “Un desafío no es más que una oportunidad de crecer” leí una vez; y de eso se trata, animarnos a ir por TODO, a soñar en GRANDE.
Desafiar imposibles es enfocarnos en lo que podemos, en los valores y dones que tenemos y apoyados en ellos, ir tras de todo lo que soñamos ser. Desafiar imposibles es no ponernos límites, es preguntarnos a cada paso ¿Qué nuevo escalón elijo subir?, es ir paso a paso disfrutando el proceso.
Desafiar imposibles es aprender a creer en nosotros, a confiar en esa voz interior que nos dice “es por acá”, aunque parezca lejano, aunque nadie lo haya hecho. Desafiar imposibles es poner nuestra mente al servicio de la pasión, esto es, que nuestros pensamientos estén enfocados en lo que soñamos alcanzar, dándonos motivos y oportunidades para lograrlo.
Desafiar imposibles es estar comprometidos con nuestros sueños, ser constantes y disciplinados hasta conseguirlos. Desafiar imposibles implica aprender a elegir qué consejos tomar y cuáles no, recordando que las personas hablan desde sus vivencias, que pueden no ser las nuestras. Desafiar imposibles es entender que la vida es una sola, y cada persona en este mundo tiene su oportunidad de elegir como aprovecharla.
Desafiar imposibles es entregar nuestros dones y talentos al mundo, animarnos a explorar hasta donde nos llevan, descubrir todo lo que podemos ser. Como expresa Wayne Dyer: “No te mueras con la música dentro de ti”.
Natalia Moyano
Contadora con
corazón de escritora
[email protected]