Tras una larga investigación que derivó en la comprobación que desde el celular un sospechoso compartía material de abuso sexual infantil (MASI), este vecino de Puerto Rico fue detenido. Tras ser indagado aceptó declarar y solicitó su excarcelación.
Según pudo averiguar este Diario, el sospechoso fue trasladado este último martes a la sede del Juzgado de Instrucción a cargo del magistrado Leonardo Manuel Balanda Gómez.
El hombre de 42 años, de profesión metalúrgico, mencionó ante las autoridades judiciales que el teléfono que le secuestraron y en el que se halló material de abuso infantil, lo había comprado a un vendedor ambulante y dijo que cuando se percató que contenía ese tipo de archivos procedió a borrarlos, pero a su entender no se había deshecho de todos.
Ante ese argumento, agregó que la distribución que se le endilgaba no la había hecho él y que probablemente la hubiera hecho su hijo que está en edad escolar y al cual le cedía el celular para que realizara las tareas.
Seguidamente a través de su abogado solicitó la excarcelación, medida que era analizada por el magistrado pero que cuenta con la opinión negativa de parte del fiscal Héctor Simon.
El hombre fue imputado por el delito de tenencia y distribución de material sexual explícito que involucra a menores de 18 años, según lo establece el artículo 128 del Código Penal Argentino.
Tiempo atrás, desde Estados Unidos el Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados (NCMEC), emitió el alerta acerca de actividad relacionada con abuso sexual infantil desde una dirección IP (de Internet) perteneciente a la localidad de Puerto Rico.
En consecuencia se produjo el allanamiento en el domicilio de este vecino que tenía buena reputación en el barrio, al punto de haber sido elegido presidente de la comisión vecinal varias veces.
En ese procedimiento la policía secuestró un teléfono celular y una PC. Finalmente la Secretaría de Apoyo para las Investigaciones Complejas encontró en el celular 30 archivos acerca del delito que se investigaba.
Ya con el material probatorio, el fiscal Simon solicitó la detención del sospechoso, hecho que se concretó el domingo en horas de la mañana.
En febrero pasado en esta misma localidad y con el mismo tipo de alerta desde el país del Norte, detuvieron a un hombre de 35 años que trabajaba como delivery para una casa de comidas.