Exactamente cuarenta días después de las elecciones de delegados en los 20 distritos de la Cooperativa Eléctrica Limitada de Oberá (CELO), el Consejo de Administración celebró el viernes 30 por la noche una asamblea histórica: por primera vez en la institución, se renovó la totalidad de sus miembros.
Los 242 delegados electos a finales de julio ratificaron con su voto a mano alzada la elección de la lista oficialista “Reforma y Compromiso”, que había ganado en aquella oportunidad con el apoyo del actual alcalde de Oberá, Pablo Hassan.
La lista electa incluye a María Pires, Rubén Martínez, Eva Muape, Pablo Gaona, Guillermo Goncalvez, Karen Dahiana Koch, Rubén López, Carlos Eichel y Alex Butke. Ellos serán los encargados de ocupar los distintos cargos vacantes en el Consejo de Administración: presidente, vicepresidente, secretario, prosecretario, tesorero, protesorero, vocales titulares, además de los síndicos titular y suplente, para los cuales fueron votados Luis Garay y Carlos Siniuk, respectivamente.
A pesar de que la asamblea comenzó con casi una hora de retraso, se desarrolló de manera bastante “exprés” para un temario con 11 puntos que se resolvió en menos de 40 minutos.
Entre lo votado, asombrosamente rápido para una institución salpicada por denuncias e intervenciones por desmanejo económico, por moción del delegado Enrique Kuzko, se aprobó la memoria y el balance a libro cerrado.
Momentos antes, la presidenta saliente Karina Derna desarrolló, también en pocos minutos, un resumen sobre cómo se encontraba la entidad al momento de asumir el cargo y los motivos de la realización de la asamblea fuera del plazo previsto.
“Los almacenes se encontraban vacíos, no se podían atender emergencias, la CELO no tenía crédito, los proveedores le perdieron la confianza por incumplimientos en los pagos. La red de agua y energía eléctrica sufría cortes frecuentes, no solo por fallas sino por robos y hurtos. Además personas no asociadas solicitaban prestación de servicios de manera gratuita”, leyó sobre un escrito previamente elaborado.
“Al poco tiempo de asumir detectamos que el personal de dirección operaba con autorizaciones para pagos a proveedores a través de bancos, de consejeros que habían terminado su mandato en 2016 (…) y comenzamos con la tarea de normalización: se recuperó el crédito y la confianza. Hoy los proveedores venden a plazo a la cooperativa, se refinanciaron deudas históricas y las que había ante AFIP también se normalizaron, lo mismo que las deudas de haberes y pago de horas extras al personal”, prosiguió.
Hay que recordar que en junio de 2023 el entonces Consejo de Administración dejó de actuar como tal porque habían renunciado todos sus miembros. La conducción que ayer dejó el cargo la asumió un grupo de socios de manera interina, pero mucho antes el Ministerio de Acción Cooperativa intervino las cajas de recaudación tras lo cual renunció el Consejo en su totalidad y asumió el interino. Recién ahora se espera que la entidad se encauce hacia la normalidad.
Hermetismo sin precedentes, tensiones y la compensación de los consejeros
El proceso electoral de este viernes volvió a estar marcado por un hermetismo inusual y tensiones con la prensa.
Durante el último año, la mesa ejecutiva de la CELO cortó toda comunicación institucional con los medios, y en la asamblea se intentó limitar la cobertura informativa. Hubo roces con los trabajadores de la prensa, quienes enfrentaron obstáculos y negativas hasta lograr ingresar y registrar con fotos y testimonios los resultados de la reunión.
Como antesala de los desencuentros de anoche entre los trabajadores de prensa y el Consejo, de todos los medios obereños y provinciales, casi sin excepción, ayer por la mañana el Consejo había convocado a una conferencia pero sufrió el desplante absoluto, porque en cierto modo se veía la invitación con cierto oportunismo en la convocatoria y se prefirió una cobertura más independiente.
Cambios en la compensación
Por otra parte, dentro los aspectos salientes en el extenso temario de la asamblea, además de la elección completa del nuevo Consejo de Administración, se abordó por primera vez la compensación del trabajo personal de los miembros del consejo y la Sindicatura. Por moción del delegado Armando Avancini, se aprobó que los consejeros, que anteriormente recibían una compensación fija por reunión, comenzarán a recibir un salario mensual: el presidente recibirá el 75% de los haberes del gerente, el vicepresidente el 50%, y los siguientes escalafones recibirán el 40% y el 20%, respectivamente.
Casi al final del encuentro se procedió a la designación de cinco asociados para la conformación de una comisión que tendrá la tarea de elaborar un anteproyecto de reforma del Estatuto Social y del Reglamento de Asambleas.
Entre los comentarios de la gente conocedora del funcionamiento de la entidad cooperativa se avizoran tiempos de profundos cambios, pero sobrevuela la incertidumbre sobre los resultados que se obtengan. Mucho más cuando es notorio el cierre que hay hacia el acceso de la información pública o cuando se votan balances a libro cerrado y no se divulgan con transparencia los números aprobados, todo esto sumado a las amargas experiencias con las distintas administraciones oficialistas las cuales sumieron a la entidad en un espiral de deudas y denuncias por supuesta corrupción que todavía se cursan en la Justicia local.