El karma sagrado es y lo entendimos todo al revés, creíamos que era ojo por ojo y dejamos a la ersonalidad crear a su antojo. Es una energía por nosotros generada que debe ser en otras vidas restaurada, incluso con distintas almas interpretando personajes, es solo la energía cobrando su peaje. Debemos tomarlo como una oportunidad de sanar debilidades para alcanzar nuestra divinidad.
Aquí no se puede dejar ninguna energía que esté por debajo del amor, no se puede cambiar nada ni dejar nada pendiente, ni nada vibrando en negativo antes de partir, de ahí que el karma sea un regalo sagrado.
Lo esencial es “cambiar de actitud frente al karma”, más allá de que sea la vez 300.000 que se encarne.
Se puede cambiar un karma sin pasarlo, ejemplo, si en el instante antes de morir sale a la luz de la conciencia un karma y lo comprendemos, entonces se pasa, porque el karma es comprensión, no ojo por ojo y diente por diente, ya que es restablecer una energía por nosotros generada, por lo que no siempre se lo vive con la misma alma. Se confunde el personaje con el actor y así la vida pasará a ser una película de constante repetición hasta que aprendamos y cambiemos de actitud.
Serapis Bey dijo a Xavier P. Gallegos: “No os preocupéis por el tiempo que encarnáis ni por la cantidad de encarnaciones, porque estáis todos condenados a llegar a la luz”, ya que no existe involución, podremos estancarnos, pero no involucionar, solo nos tomará más encarnaciones.
Aprovechemos las energías celestiales que estamos recibiendo, es el tiempo de despertar y lo hacemos dando el 100% en todo momento, viviendo enamorados de la vida y de los otros, complementándonos, porque no habría evolución si fuéramos todos iguales, las diferencias es lo que nos hace crecer.
Se necesita 1/3 de la población despierta y los humanos son activados por cada alma que despierta y por cada alma que lo hace, despierta a 1.000 personas. Hay que ser valientes y ser valiente no es el que no tiene miedo, sino aquel que se enfrenta a las cosas. Somos los pioneros de la nueva humanidad.
Graciela del Carmen Zaimakis de Abraham
Escritora/ Escuela de Pensamiento
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