En algún momento, ser tu propio jefe significa también ser el jefe de otras personas porque si el negocio crece hay que empezar a delegar y contratar empleados. Entonces, el “emprendedor solitario” tiene que convertirse en líder y adquirir nuevas habilidades para el manejo de equipos. Por eso, hoy hablaremos sobre qué es el liderazgo emocional.
Se trata de la capacidad del jefe para detectar las necesidades emocionales de sus colaboradores y responder de la manera más adecuada. Implica que el líder se conozca a sí mismo y pueda manejar sus propios sentimientos, y que a través de capacidades como la empatía y la comunicación pueda impulsar la motivación y el crecimiento de su equipo. Concepto ligado al de inteligencia emocional.
Algunos estilos del liderazgo emocional. Todos tienen características positivas y negativas, en principio ninguno es mejor que el otro. Identifica el tuyo.
El líder controlador
Es ese tipo de jefe que pone la disciplina y el respeto estricto por las normas en primer lugar. Suele explicar de entrada cómo se hacen las cosas, sin temblarle el pulso para aplicar castigos y penalizaciones. Es un líder ideal para equipos nuevos donde haya que tomar decisiones con rapidez.
El líder participativo
Le gusta tomar decisiones basadas en las opiniones y la experiencia de su equipo. Esta táctica puede ser efectiva cuando un emprendimiento requiere de diferentes puntos de vista.
El líder motivador
Es el que se enfoca en el crecimiento y la autonomía del equipo para que sea capaz de tomar. Da instrucciones y no impone un camino único. Trabaja de manera activa en la formación de un sucesor.
El líder referente
Es considerado con un nivel de admiración y respeto superior. Por ejemplo, porque es el fundador de la empresa, porque tiene muchos años trabajando o porque tuvo logros impresionantes. Es un líder inspirador.
El líder entrenador
Dedica tiempo y esfuerzo a la formación de su equipo. Cree más en los logros conjuntos que en los individuales. Pero, ¡cuidado!, porque puede ser desmotivante para los talentos y puede afectar la productividad general.
Prácticas para los diferentes estilos de liderazgo emocional
1) Mantenerse conectado con las emociones propias y las de los demás. La base es la combinación del autoconocimiento y la empatía, permite influir de manera positiva y manejar sentimientos negativos como el miedo al fracaso, la envidia o la agresividad.
2) Confiar en uno mismo, pero reconocer las propias limitaciones. Uno de los peores errores es sentirnos superhéroe en los momentos de éxito y un fracaso cuando hay dificultades. Trabajar en tu autoconfianza. Enfócate en tus tareas prioritarias, delega y pide ayuda.
3) Enfocarse en las soluciones, no en los culpables. ¿Qué hacen los malos jefes? Buscan al responsable para exponerlo y desentenderse del problema. El líder emocional analiza la situación junto al equipo, detecta la falla, comparte su punto de vista y da instrucciones para evitar nuevas dificultades.
4) Mostrar tu lado humano. El líder emocional sabe en qué momento puede mostrarse vulnerable y debe pedir ayuda. Nadie espera que te comportes como un robot frente a tu gente, ni que tengas las respuestas adecuadas para todo.
Karyna González
Fundadora de Spacio Mujer
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