Las inscripciones para la 51° Maratón Internacional de Pesca Variada Embarcada del Pira Pytá marchan a buen ritmo -ya se superaron los cien equipos- y los organizadores pidieron a los pescadores que completen el formulario https://forms.gle/g2UGUiciHM9aN7X88 con los datos de participantes y embarcaciones, para que el sábado 12 los participantes solo deban retirar los elementos en la secretaría.
En el formulario, los pescadores deberán indicar el nombre de los dos integrantes del equipo con sus respectivos documentos de identidad, edades, club o barra pesquera a la que representan, nombre y matrícula de la lancha y con qué motorización cuenta (marca y potencia).
Por su parte, la Prefectura Posadas también realizará de lunes a jueves la verificación de las embarcaciones, que deberán tener al día el pago de la matrícula y contar con la totalidad de los elementos de seguridad. Desde la fuerza pidieron a los timoneles verificar las fechas de vencimiento de los matafuegos y las bengalas para evitar contratiempos.
Los pescadores podrán concurrir a la sede de la Prefectura, en Avenida San Martín y riberas del Paraná, de 8 a 12, y de 16 a 18, para cumplir con el trámite que es indispensable para poder ser parte de la gran fiesta del Pira Pytá.
La competencia se largará el sábado 12 desde la Costanera de Posadas y todas las embarcaciones deberán dirigirse aguas abajo hasta la marina del Club, donde podrán cambiar de rumbo según el lugar que elijan para iniciar la pesca.
Un puntano en el Paraná
Miguel Ángel Puglisi (75) recorrerá casi 1.500 kilómetros para ser parte de la edición 51 de las 20 Horas del Pira Pytá. En Posadas lo espera su hijo Alejandro, que abandonará su habitual rol de fiscal para subirse a la lancha y compartir con su papá la maratón de pesca.
“Va a ser mi tercera participación consecutiva. El miércoles o jueves ya voy a estar por Posadas”, cuenta entusiasmado Miguel.
“Yo empecé a pescar cuando tenía seis años, así que son casi 70 que llevo de pescador. Acá pescamos pejerreyes en los diques, algunas carpas y truchas, pero mi ilusión es poder pescar un dorado, un surubí, aunque no sean muy grandes”, cuenta.
A sus 75 años, Miguel ve como un desafío completar las 20 horas arriba de la lancha. “Vamos a ver si esta vez me banco toda la competencia. En las ediciones anteriores tuvimos que salir antes porque el clima no ayudaba. Y en una ocasión fue la Prefectura la que suspendió la pesca porque había un alerta meteorológico”, recordó.
El fanatismo del puntano por la pesca es tal que “cada vez que estoy en Posadas vamos con mi hijo a pescar todas las noches en la Costanera. Ahí sacamos bagres, alguna raya y palometas, pero lo importante es eso, estar pescando, compartiendo, que es lo más lindo”.
Si bien en Posadas su hijo Alejandro lo espera con los equipos y la lancha lista, Miguel viajará a Misiones con las lombrices californianas que cría en su casa. “No veo la hora de estar en Posadas”, dice con una alegría contagiosa.