La concejal renovadora de Dos de Mayo, Marcela Velázquez, denunció que padece violencia de género, abuso de poder y persecución política apuntando directamente contra el intendente Ricardo Weber, también renovador, y su entorno. Las denuncias públicas fueron efectuadas en la sesión del miércoles en el Concejo Deliberante local.
Dijo que el jefe comunal le paga a las radios locales para que la ataquen y difamen; aseguró que también mandó a un grupo de empleados municipales a investigarla en el RUL (Registro Único Laboral) para difundir información falsa sobre ella y pedir su destitución, y aseguró que desde hace varias semanas la están siguiendo y amenazando por mensajes anónimos tanto a ella como a su pareja.
Velázquez aseguró a PRIMERA EDICIÓN que Weber envió una nota al Concejo Deliberante asegurando que ella era “incompatible”, utilizando información falsa elaborada por empleados municipales.
Dijo en plena sesión que “tergiversaron información para perjudicarme. Pidieron información sobre mí en el RUL diciendo que me querían dar trabajo. Esto es abuso de poder y violencia de género porque el secretario de Gobierno, que es varón y tiene categoría 24, estuvo cinco meses incompatible y no lo investigaron”.
“Es obvio que quieren perjudicar mi moral, mi ética y perjudicar mi trabajo como concejal. El intendente no tiene porqué investigar a los concejales, y los mismos medios pagados por la Municipalidad dijeron en todos lados que yo era incompatible y me debían destituir”, remarcó.
Además denunció que se utilizaron recursos públicos políticamente, porque “el intendente mandó a empleados públicos a investigar, a sacar papeles del RUL y darle a una radio donde se tergiversó diciendo mentiras”. Esos empleados públicos cobran sueldo de los impuestos de los ciudadanos. La edil presentó un pedido de informe para que se aclare quiénes fueron los empleados que la investigaron pero no tuvo respuesta. A raíz de esto, hizo la denuncia pública en la sesión del Concejo Deliberante.
Persecución y amenazas
Por otra parte, la edil aseguró que se siente intimidada y obligada a hacer las denuncias públicas porque “en cualquier momento me puede pasar algo a mí o mi familia”.
Relató que el viernes pasado, en la Municipalidad se reunió con el intendente interino, Roberto Genesini, quien es presidente del Concejo pero ocupaba la intendencia por licencia de Weber. Como le quedaron temas por dialogar, volvieron a reunirse el domingo en la casa de Genesini, donde fue acompañada por su pareja.
Un día después, el lunes, su esposo recibió mensajes donde le amenazaban y le confirmaban que los estuvieron siguiendo, informando con lujo de detalle los horarios y los movimientos del fin de semana.
“En los mensajes decían que sabían que estuvimos reunidos con Genesini el viernes y el domingo, de tal hora a tal hora, que nos van a seguir hasta debajo de la cama, me decían que tienen fotos y que estoy haciendo un complot con Genesini y la verdad es que dialogamos sobre cómo solucionar los problemas que estamos teniendo. Me están siguiendo a mí y a mi familia, es grave”, advirtió.
Tiene la firme sospecha de que estas amenazas vienen por su actividad política y las denuncias que está realizando contra el Ejecutivo.
Droga y explotación de menores
La concejal también realizó otra grave denuncia que involucra a la Policía local. Contó a PRIMERA EDICIÓN que el 20 septiembre fue citada a declarar a la Fiscalía de Instrucción de San Vicente por casi tres horas donde confirmó las denuncias que había efectuado en el recinto del Concejo Deliberante dos meses atrás.
Tanto en el Concejo como en la Justicia, dijo que el dueño de un boliche local, que también es dueño de una radio donde la difaman permanentemente, “tiene ingerencia sobre la Policía” porque muchos policías trabajan de seguridad en su local.
Agregó que en ese lugar “se consume droga, ingresan menores de edad y también hay corrupción de menores”. Aseguró que “todo el mundo sabe que se consume droga y que ingresan menores”.
Pidió que “no miremos para otro lado para no tener otro caso como Kiczka en Dos de Mayo” en referencia a que existirían relaciones sexuales entre adultos y menores en ese lugar. Todo lo que dijo en el recinto lo ratificó en la Justicia, según aseguró a PRIMERA EDICIÓN.
Dijo que el mismo dueño del boliche tiene una radio y recibe publicidad del intendente y por esa razón está siendo difamada casi a diario. Al respecto, solicitó un informe sobre el listado de pautas publicitarias de la Municipalidad, pero no le dieron respuesta.
Conflictos permanentes en la gestión
El origen del conflicto político entre el intendente Weber y los concejales comenzó hace varios meses cuando el intendente compró una máquina vial por más de 200 millones de pesos sin autorización de los concejales, pero además puso a trabajar esa máquina en una propiedad suya, junto a otros camiones y empleados municipales.
Este hecho fue denunciado por la edil desatando la bronca del alcalde. Hubo otras denuncias por presuntas irregularidades que dinamitaron la relación.
La denuncia por el contrato del contador Carlos Arrúa, quien fue funcionario del exintendente de El Soberbio Alberto Krysvzuk y ambos resultaron condenados por corrupción por la Justicia.
Pero, además, concejales denunciaron irregularidades en la compra de combustible por parte del municipio a una empresa que era propiedad del propio intendente.
“Se está comprando combustible con dinero del Municipio a su propia empresa”, denunció Velázquez. Luego el intendente dijo que había cedido en comodato un surtidor pero la situación no fue aclarada del todo.
En la última sesión del miércoles 2 de septiembre, la concejal volvió a insistir con otro pedido de informe que fue acompañado por la mayoría de los concejales.