Hoy quiero hablar de la respiración. Tan importante es y no le prestamos atención. entendemos su biológico proceso/y la vital importancia de este hecho, que es Dios mismo quien nos insufla Su aliento
y que el último soplo damos al terminársenos el tiempo.
Entonces, si de Él viene, no es solo oxígeno lo que respiramos y sabiendo esto sin pensar lo malgastamos. Lo llamaron prana, también éter le dieron por nombre, más no interesa la denominación que le dé el hombre, sino el respirar conscientes que es a Dios al que inhalamos y que lleva con Él las impurezas cuando exhalamos.
Para los griegos pneuma es el alma y también el aire, ¿cuándo olvidamos esto y quedamos respirando de balde?
La respiración consciente puede llevarte a un estado donde lo divino se hace presente en cada aliento, intenta respirar profundo llenando tus pulmones, siente como la energía fluye en ti renovando cuerpo y espíritu, no solo tomas aire, estás llenando tu ser de energía universal, una fuerza que conecta todo lo que existe.
Tiene el poder de transformar la conciencia, es un puente a lo divino si lo permites, donde no necesitas palabras mágicas o rituales complicados, solo tu respiración y tu intención de conectarte con algo superior a ti. Este es el método empleado en “El arte de vivir” para llegar a la meditación, difundido en el mundo por el Guruyi Sri Sri Ravi Shancar.
Sumado a lo antedicho, tenemos que saber que la función respiratoria está íntimamente relacionada a la mental, por lo que el ritmo de respiración cambiará según sea la emoción que estemos experimentando y por ley de reversibilidad podemos cambiar la emoción, si lo deseamos o necesitamos, cambiando el ritmo de la respiración, así descubrieron que el estornudo puede frenar el proceso en un ataque de pánico, por ejemplo.
En sueños escuché: “códigos de luz en la respiración están, practica el canto y se te develarán”. Entendí con este mensaje que Dios ocupa los sentidos, que son nuestros portales al exterior, para hacer ingresar Su Divinidad en nosotros si se lo permitimos al hacerlo consciente.
Graciela del Carmen Zaimakis de Abraham
Escritora/ Escuela de Pensamiento
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