Qué placentera calma. Qué dulce sensación de bienestar en cuerpo, mente y espíritu al finalizar la sesión de Yoga. Disfrutando de la suave y profunda respiración nos incorporamos y, sentados en la mat, buscamos la lectura habitual. En la página señalada el Dr. Deepak Chopra nos decía que “el secreto para desintoxicar el cuerpo está más en la mente que en ningún otro sitio” y nos indicaba siete pasos para liberarnos de toxinas en el nivel sutil, que ahora nos los detalla:
En el primero, “asume la responsabilidad de tu respuesta”, nos recomienda: “Para empezar, renuncia a culpar y a sentirte culpable. Para escapar de la infelicidad debes encontrar una manera original de modificar tu respuesta condicionada, la cual se fundamenta en el pasado.
Si no asumes tu responsabilidad estás poniendo tu destino en manos de otro. Si culpas a alguien más, estás esperando que esa persona cambie para sentirte mejor” y “puede que esperes por el resto de tus días. Ya bastante difícil es cambiar uno; libérate de la necesidad de cambiar a los demás”.
En el segundo paso, “presencia lo que estás sintiendo”, el Doctor explica: “El condicionamiento hace que sientas lo mismo cada vez que enfrentas una misma situación. Esto resulta frustrante porque tan pronto resurge la vieja respuesta te enredas en ella. Lo que necesitas es un lugar despejado, el lugar para presenciar. Presenciar significa estar presente con tu emoción sin que ésta te arrastre. La mejor manera de presenciar es identificar en qué parte del cuerpo se localiza el sentimiento.
Las emociones tóxicas suelen ubicarse en alguno de los centros sutiles conocidos en sánscrito como chakras. La ira se siente en el intestino, el nerviosismo en el estómago, el temor en el corazón, la frustración en la garganta, la tensión sexual en la zona genital”.
Entonces nos aconseja: “Pero no hace falta entrar en honduras. Cuando se les pregunta qué clase de sentimiento tóxico tienen, la mayoría de las personas menciona temor e ira. Cuando tengas estos sentimientos no te preocupes por lo que ‘quieren decir’; siente en qué parte del cuerpo se están expresando. Al localizarlos así, eludes el parloteo mental que los mantiene vivos”. Y aquí cerramos. Namasté.
Ana Laborde
Profesora de Yoga
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