La fiscal de Instrucción 3 de esta capital, Adriana Herbociani, requirió la elevación a juicio oral y público para el único imputado por el siniestro vial que le costó la vida a Abelardo Benítez (47) y a Lidia Raquel Rodríguez (35), el domingo 29 de mayo de 2016 en esta capital.
En las últimas horas la funcionaria judicial solicitó que el implicado en la causa sea juzgado por los delitos de “homicidio simple con dolo eventual (dos resultados)”, señalaron fuentes del caso.
El hecho se registró aquel domingo, minutos después de las 7.30 en el cruce de las avenidas Centenario y San Martín. En dicho lugar, un joven identificado como Ángel Ramón Martínez (en ese entonces de 23 años) impactó el vehículo Toyota Etios que guiaba contra el automóvil Renault Sandero que utilizaba Benítez para trabajar como remisero, y donde viajaba Rodríguez como pasajera. La muerte del trabajador del volante tardó pocos minutos en confirmarse. La de Rodríguez, fue instantánea.
Las pericias confirmaron que el hombre que manejaba el remís aguardaba detenido el semáforo verde en la intersección de las avenidas mencionadas, en sentido hacia el oeste (zona de Villa Cabello). De manera imprevista, por Centenario, aunque por la mano contraria, es decir, en dirección al centro, apareció el Toyota Etios presuntamente a alta velocidad, despistó y chocó de frente al auto de alquiler, que quedó destrozado.
El caso conmovió a gran parte de la comunidad y se trató de las dos primeras muertes que tuvieron lugar después de que se aprobara en Posadas la ordenanza de “alcohol cero”.
Después se supo que el test de alcoholemia determinó que Martínez conducía con alcohol en sangre por encima del mínimo establecido por la Ley Nacional de Tránsito y por la citada ordenanza.
Oposición
En primera instancia, Ángel Ramón Martínez fue imputado por el juez de Instrucción 3, Fernando Luis Verón por “doble homicidio culposo en accidente de tránsito”. Estuvo detenido 17 días, el juez le otorgó la excarcelación real por medio millón de pesos.
Finalmente, la calificación cambió y se agravó. Fue a instancias de la fiscal Herbociani, quien recientemente solicitó que la causa contra Martínez sea elevada a juicio oral y público por la supuesta comisión de los delitos de “homicidio simple, con dolo eventual (dos resultados) en concurso ideal en perjuicio de Lidia Raquel Rodríguez y Abelardo Benítez y autor de lesiones graves, con dolo eventual, todo en concurso ideal en perjuicio de otras tres víctimas (dos mujeres y un hombre)”.
Tras ser notificadas las partes, la defensa del acusado se opuso a la solicitud de la representante del Ministerio Público Fiscal, por lo que el juez Fernando Verón deberá analizar si hace o no lugar a la elevación. Si el magistrado coincide con la fiscal y firma la resolución para que la causa sea ventilada en debate, es prácticamente seguro que los defensores del acusado apelen la medida, por lo que la última palabra la tendrá la Cámara de Apelaciones de la provincia, confiaron las fuentes.
Secuencia y consecuencias
El día de la tragedia Abelardo Benítez, circulaba por avenida Centenario, al mando de un Renault Sandero rojo, una unidad del servicio de remises. El trabajador viajaba con tres pasajeras: Lidia Raquel Rodríguez (35) y dos amigas de ésta, de 20 y 23 años. Al llegar a la altura de la avenida San Martín, Benítez detuvo la marcha para esperar la luz verde del semáforo.
En sentido contrario, y de acuerdo a fuentes policiales, circulaba Ángel Ramón Martínez al mando de un automóvil Toyota Etios y acompañado por un joven de 20 años. En determinado momento Martínez perdió el control, se cruzó de carril e impactó frontalmente contra el Renault Sandero. La magnitud del golpe fue brutal y a consecuencia del golpe falleció, prácticamente en el acto Lidia Raquel Rodríguez, quien viajaba en el asiento trasero. El trabajador del volante quedó atrapado entre los hierros retorcidos del Renault Sandero. De allí fue rescatado minutos más tarde por los bomberos y derivado de urgencia al hospital Madariaga, donde poco después falleció.
En diálogo con este Diario, Franco Benítez, hermano de Abelardo, dijo recientemente: “No queremos que prescriba la causa, luchamos por eso hoy. Hay una familia que perdió a un padre, hijos con el vacío constante. Abelito salió a trabajar y no volvió”. En tanto que en su momento la madre de Lidia Rodríguez, Francisca Leal, se vio obligada a tomar la decisión más dolorosa de su vida: separar a sus cuatro nietos, hijos de Lidia por razones económicas.