Toda comunidad debería tener su propio museo en el cual atesorar los elementos que son parte de su historia, para que las generaciones venideras puedan tener una certera versión sobre la evolución de sus raíces. Eso es lo que pretendía el vecino Juan Rodolfo Würgler, por años director general del Instituto Línea Cuchilla (ILC), al efectuar la donación de una vivienda de su propiedad, a fin que fuera utilizada como museo. Tras el fallecimiento del benefactor, se cumple su anhelo, que es de suma necesidad para el pueblo.
Durante toda su existencia, la vivienda era conocida como “la casa de las escamas”, debido a un tipo de construcción muy particular, típico de Europa, que simula un revestimiento de tejas de madera. Estaba ubicada desde los inicios en un potrero cerca de la vivienda de la actual familia Würgler, y muchas familias vivieron en ella. Siempre fue una casa que mantuvo la construcción, el estilo, el pórtico de entrada, el espacio amplio en los interiores y un sótano.
La periodista e historiadora Mariela Mallmann comentó que, con el paso de los años esa casa se dejó de utilizar como vivienda familiar y Rodolfo Würgler, descendiente de una querida familia suiza del municipio, decidió donarla para que fuera el futuro museo de la localidad de Ruiz de Montoya, que hasta el momento no lo tiene.
Hace varios años, un grupo de personas de la comunidad comenzaron con la tarea de juntar elementos, objetos, pero estaban dispersos por diversos escenarios, para atesorarlos en un espacio común, pero cuestiones ajenas al propósito no permitieron que se llegara al objetivo. “Después que se cumpliera con el proyecto de reivindicación histórica del municipio, desde el equipo de trabajo de la Municipalidad local como del grupo que promueve las actividades culturales, nos dimos cuenta que se nos están perdiendo muchos objetos”, manifestó.
Para cumplir con el deseo de Don Rodolfo Würgler, los empleados municipales trabajaron arduamente para trasladar la construcción e instalarla nuevamente, tal como se encontraba, sobre la avenida, a metros del Centro Cultural.
Indicó que sucede que muchos vecinos quitan de sus casas las cosas antiguas porque ya no quieren tenerlas y las venden como antigüedad a “cazadores de fortuna” que vienen de Buenos Aires u otras grandes ciudades para adquirirlas para la reventa. Cuando esto sucede se pierde parte de la historia, de la identidad, de la idiosincrasia de un lugar”.
Es por eso que desde la gestión del intendente Víctor Vogel, se retomó la tarea de recoger la donación de ese material tan valioso y se solicita a los pobladores de la zona y de la región que en algún momento adquirieron o guardan algún elemento, tomen la decisión de donarlo. Pero, ante todo, se empezó por cumplir con el deseo de Don Rodolfo Würgler, de trasladar la vivienda desde su emplazamiento para instalarla sobre la avenida De los Inmigrantes, a metros del Centro Cultural. Esto fue posible gracias al arduo y paciente trabajo de los empleados comunales.
Por estos días, la casa se está reconstruyendo con el apoyo de personas idóneas en la tarea, a fin que la obra permanezca idéntica a la original, con la misma madera.
Según Mallmann, para esta comunidad “es sumamente importante preservar las raíces, la cultura, las tradiciones, todo lo que es tangible –que podamos tocar- como lo intangible, como lo es nuestra historia general desde los inicios, hasta la actualidad. No solo hablamos de la etapa de la inmigración, sino de la etapa previa, de hachas, vasijas, elementos de piedra, de los guaraníes que estuvieron muchísimo tiempo antes que nosotros. Todo eso pertenece a Ruiz de Montoya y sería bueno recuperarlo para la comunidad”.