El Hospital Escuela de Agudos “Dr. Ramón Madariaga” de la provincia de Misiones ha dado un paso importante en la atención cardiovascular al realizar una cirugía innovadora, utilizando un dispositivo especialmente diseñado para reducir el riesgo de accidentes cerebrovasculares (ACV) en pacientes con fibrilación auricular y alto riesgo de sangrado.
Este procedimiento, que no se realiza en otros hospitales públicos del Nordeste argentino, marca un hito en la medicina regional al ofrecer una alternativa de vanguardia a pacientes que no pueden someterse a tratamientos anticoagulantes convencionales.
La cirugía realizada en el Hospital Madariaga consiste en la oclusión del apéndice auricular izquierdo, una técnica mínimamente invasiva que permite reducir significativamente la probabilidad de desarrollar ACV en pacientes que sufren fibrilación auricular, una arritmia común y potencialmente peligrosa.
Según el Dr. Ernesto Duarte, referente del Servicio de Hemodinamia del Hospital Escuela, esta cirugía es fundamental en personas con alto riesgo de sangrado. “Realizamos una intervención muy novedosa llamada oclusión del apéndice auricular izquierdo. Generalmente, esta técnica se aplica a pacientes que tienen fibrilación auricular y presentan un riesgo alto de sangrado debido a los tratamientos de anticoagulación”, explicó el Dr. Duarte.
La fibrilación auricular, detallan los especialistas, es la arritmia cardíaca más frecuente, y su prevalencia aumenta con la edad. Afecta entre el 2% y el 4% de los pacientes de mayor edad y es responsable de aproximadamente el 50% de los ACV de tipo isquémico, una de las principales causas de mortalidad y discapacidad en el país. Ante este desafío, el equipo de profesionales del Hospital Madariaga ha adoptado técnicas de vanguardia para ofrecer una solución efectiva y menos riesgosa a estos pacientes.
Un dispositivo que protege al corazón y disminuye el riesgo de sangrado
Para los pacientes con fibrilación auricular, la anticoagulación es un tratamiento común que ayuda a prevenir la formación de coágulos en el corazón, los cuales pueden desplazarse al cerebro y provocar un ACV. Sin embargo, este tratamiento no es adecuado para todos los pacientes, ya que aumenta el riesgo de hemorragias internas. Ante esta situación, el Hospital Madariaga decidió implementar la oclusión del apéndice auricular izquierdo, que permite reducir el riesgo de ACV sin necesidad de recurrir a anticoagulantes a largo plazo.
“En pacientes que presentan riesgo al tomar anticoagulación, podemos colocar este dispositivo para prevenir los ACV y evitar, al mismo tiempo, el riesgo de sangrado”, señaló el Dr. Duarte. “De hecho, el 50% de los pacientes con fibrilación auricular no toman la anticoagulación que deberían debido a sus efectos secundarios, y esta cirugía nos permite ofrecerles una alternativa mucho más segura”.
El procedimiento en sí requiere una preparación minuciosa por parte del equipo médico y se lleva a cabo en aproximadamente una hora. Primero, se realizan estudios de diagnóstico y planificación de la intervención, que puede llevar de media hora a una hora, y luego se efectúa la colocación del dispositivo con una técnica totalmente percutánea. Tras la intervención, el paciente permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos por 24 horas para monitoreo y, si todo evoluciona correctamente, es dado de alta bajo seguimiento ambulatorio.
El hospital, pionero en innovación para el cuidado cardiovascular del Nordeste
Además de ser el único hospital público en el Nordeste en realizar esta cirugía de vanguardia, el Hospital Madariaga ha logrado consolidar un equipo multidisciplinario de excelencia para llevar a cabo estas intervenciones de alta complejidad. En cada cirugía de oclusión del apéndice auricular izquierdo participan cardiólogos clínicos, ecocardiografistas, cirujanos cardiovasculares, arritmólogos y hemodinamistas, lo cual garantiza un enfoque integral y coordinado que beneficia directamente a los pacientes.
El Dr. Duarte enfatizó los beneficios adicionales que este procedimiento ofrece a los pacientes, especialmente a aquellos con trabajos que involucran riesgo de heridas o hemorragias, como las actividades rurales. “El beneficio para el paciente es significativo, particularmente para aquellos que trabajan en el campo o en situaciones de riesgo donde una herida podría ser peligrosa”, explicó. “La técnica con este dispositivo tiene una indicación clase 2A, lo que significa que está indicada específicamente para pacientes con riesgo de trombosis por fibrilación auricular y que a su vez presentan un alto riesgo de sangrado”.
El dispositivo se ha convertido en una alternativa efectiva para los pacientes que no pueden someterse a anticoagulantes a largo plazo. Si el riesgo de trombosis del paciente es elevado, el equipo médico puede decidir mantener la anticoagulación durante un periodo corto posterior a la cirugía, generalmente hasta tres meses. Luego de este tiempo, el paciente queda libre de anticoagulación, lo que mejora notablemente su calidad de vida y reduce los riesgos asociados.
La exitosa implementación de esta técnica en el Hospital Madariaga se ha logrado gracias al esfuerzo de un equipo de profesionales altamente capacitados y al respaldo de las inversiones en tecnología de punta por parte del centro médico. Desde el Servicio de Hemodinamia, el especialista resaltó la importancia de contar con un equipo multidisciplinario en cada intervención. “Para este tipo de cirugía, trabajamos con cardiólogos, ecocardiografistas, cirujanos cardiovasculares, arritmólogos y hemodinamistas, todos comprometidos en mejorar la calidad de vida del paciente y en brindar un tratamiento seguro y efectivo”.