El 6 de noviembre de 1999, dos hombres que excavaban un pozo en el patio de una vivienda del barrio San Alberto de Puerto Iguazú murieron trágicamente, al desmoronarse la pared de tierra blanda de la perforación de unos cinco metros de profundidad.
Los fallecidos, Guillermo Antonio “Billy” Whendt (de 24 años y propietario de la vivienda) y Ramón Enríquez, eran yerno y suegro, respectivamente.
El accidente aparentemente habría ocurrido debido a que en la base del pozo corría una napa de agua la cual socavó la tierra blanda y provocó el derrumbe sobre los trabajadores.
Nunca se supo a qué hora se produjo la tragedia, lo cierto es que fue descubierta minutos después de las 20:10 por la madre del joven, quien atendía una despensa situada en las inmediaciones del lugar.
Cuando se dio cuenta de que su hijo y el ayudante no salían del pozo, la mujer fue a ver lo que pasaba y se encontró con la dramática escena.
Dramático rescate
Una dotación de bomberos llegó poco después, pero al ver que era imposible sacar la gran cantidad de tierra que llenaba el pozo, hubo que recurrir a los servicios de una máquina retroexcavadora.
El primer cuerpo en ser sacado fue el de “Billy” Whendt, minutos antes de las 21. Los bomberos, iluminados por lámparas portátiles, tuvieron que trabajar más de una hora para ubicar el cuerpo de Enríquez.
Cerca de las 22:15 hallaron el cadáver, ante la mirada de decenas de vecinos que no salían del asombro ante la tragedia.
Sobre la forma en que ocurrió el hecho, las fuentes de la época explicaron que las víctimas estaban trabajando muy pegadas a una de las paredes y que la tierra del otro lado fue la que se les cayó encima.
Se supo que el pozo empezó a ser cavado unos 20 días antes, a los fines de instalar una letrina.