El método de la cebolla se implementa a menudo en las relaciones de pareja, ya que es una buena forma de avanzar y que nada se arruine. Entre todas las teorías que se pueden poner en práctica para averiguar el futuro, esta es la más elegida.
La psicología pone de ejemplo a una cebolla, que está formada por capas que hay que ir abriendo de a poco si queremos llegar hasta el centro de la verdura. Algo parecido sucede con las parejas, ya que se presenta la necesidad de descubrir nuevas capas para llegar a una relación exitosa.
¿Qué significa el método de la cebolla?
De la misma forma en que la cebolla presenta capas superficiales y otras más profundas, la teoría de la psicología propone descubrir de a poco cada capa de nuestra pareja, con el objetivo de llegar hasta lo más profundo de la personalidad y detectar hasta qué punto es ideal para nosotros.
Podemos distinguir las siguientes tres capas:
Externas: estas son las primeras impresiones de una persona y la información superficial que compartimos, como nombre, apellido, ocupación y otras cuestiones más generales.
Internas: las capas internas son las más profundas, ya que conforman los aspectos más privados de nuestra identidad y vida privada, como por ejemplo nuestros miedos, inseguridades y deseos más profundos. Todos estos temas los compartimos con personas muy cercanas y en las que confiamos plenamente.
Las etapas que conforman una relación de pareja
Según los expertos, casi nadie se muestra completamente como es, con sus inseguridades, vulnerabilidades e imperfecciones, desde el primer momento. Así que, al conocer a alguien, lo que suele atraernos primero son las capas superficiales.
Etapa inicial: capas externas. Cuando se comienza una relación se muestran las capas externas, aspectos muy básicos. Dicho de otra manera, son capas superficiales que se revelan muy pronto, donde se abordan temas ligeros y de interés común.
Etapa de conocimiento: capas intermedias. Cuando la relación comienza a ir por el camino correcto, se empiezan a compartir experiencias pasadas, tanto buenas como malas. Además, se discuten temas más profundos como política, religión y valores personales.
Etapa de profundización: capas internas. A medida que la confianza avanza, las parejas empiezan a compartir sus sentimientos más profundos, como miedos, preocupaciones e inseguridades. Esta muestra de vulnerabilidad refuerza la conexión entre ambos.
Etapa de intimidad profunda: el corazón de la cebolla. En esta última etapa se demuestra la personalidad y la esencia más íntima de cada uno, algo que no se comparte con todos.