Si contamos las horas, 24 horas que tiene el día a la mayoría de las personas no nos alcanza el tiempo para hacer todo lo que queremos, o mejor dicho todo lo que de alguna manera creemos que “debemos” hacer.
Este ritmo de vida acelerado que llevamos es tan vertiginoso que cambia y cambia rápidamente y nos acelera a nosotros también.
Abrimos una página en la web y si en segundos no la podemos visualizar ya estamos cliqueando ¡otra! Esto nos llena de impaciencia y aunque nos cueste aceptar tenemos que saber que a pesar de todo el avance tecnológico no existe todavía algún invento que nos devuelva milagrosamente la salud cuando la hemos perdido.
Por eso, pensar en nuestro cuerpo biológico como seres vivos que somos nos conectará con nuestras necesidades físicas, mentales y espirituales tan necesarias para nuestro bienestar y crecimiento.
La vida tiene procesos, no conviene acelerar nada y por más tecnología existente tenemos que aprender a ESPERAR. Por ejemplo, plantar una semilla nos enseña a esperar por más que la apure, la semilla germinará a su tiempo y lo mismo pasa con nuestra vida.
Trabajar la paciencia nos llena de paz y suena poco ambicioso en este mundo material, pero les puedo decir que solo aquella persona que perdió su salud por no priorizarla puede contarles que es una inversión de dinero y tiempo que hacemos cuando decidimos andar más despacio y aprender a esperar nuestros tiempos ya sea de ocio, descanso o darle tiempo a nuestra familia.
Cada persona es única y cada uno encontrará esa autorregulación tan necesaria para mantener el equilibrio, decir: “no” cuando no podemos, descansar cuando nuestro cuerpo nos pide, escuchar las señales que este nos manda.
Venimos a este mundo solos y solos nos vamos, dejemos de darle poder a otros que decidan por nosotros. A pesar de tanta comunicación poco se habla de esto, seguimos modas que no son saludables, a veces nos enferman y no cuestionamos, cada uno pensará cuántas veces tuvo fiebre y en vez de guardar reposo tomó una pastilla y fue igual a trabajar, pasando por alto la necesidad de descansar.
Somos nosotros los que a cada momento estamos eligiendo cómo queremos vivir, este es un buen momento para desacelerar y pensar en ello. Bendiciones.
Prof. Paula Vogel
Gimnasia para el Alma.
Whatsapp: 3764-414872