El fauvismo o fovismo fue un movimiento pictórico de vanguardia que tuvo su origen en 1905 en París, Francia. La máxima plástica del fauvismo fue la exaltación del color, sustentada en la idea de que la creación surgía del instinto más que del intelecto o de los sentimientos.
Ahora bien, ¿cuáles son las características del fauvismo? ¿Cómo y cuándo se originó el arte fauvista? ¿Qué significa y de dónde proviene la palabra fauvismo?
Aunque el fauvismo aún está atado a la representación de la naturaleza, es decir, de los objetos reconocibles, no busca la representación naturalista, sino exaltar el valor del color en sí mismo, al que prefieren usar en su estado puro y de manera directa. Por ende, la obra fauvista hace gala de una coloración atrevida. Usa colores de manera brutal y con relativa arbitrariedad, procurando deliberadamente una sensación de disonancia que rompa la asociación del color con la representación de la realidad tal como ella es concebida.
Más que indagar sobre los sentimientos o pensamientos del artista, el fauvismo exhibe el flujo del instinto creativo. En consecuencia, las líneas y los colores resultan de gestos impulsivos, pretendiendo con ello alcanzar la genuinidad atribuida a los niños o a lo “salvaje”, es decir, a aquello que no ha sido “tocado” por el orden civilizatorio dominante.
Otro rasgo del arte fauvista fue el desinterés por la profundidad espacial, la perspectiva y el modelado y, con ello, por el claroscuro. Las figuras del plano fauvista suelen ser planas, y algunas veces aparecen delimitadas por gruesos contornos. Se desvanece, pues, la pretensión de construir imágenes que imiten el mundo visible.
En coherencia con el sentido del instinto, en la pintura fauvista dominan los trazos espontáneos. Desde el punto de vista de la composición, estos trazos aparecen sueltos y suelen ser definitivos, esto es, no sujetos a perfeccionamiento y al acabado, ya que ello iría en contra de la “intuición”. Así, muchas veces estos trazos derivaban en manchas que creaban efectos particulares.
Mientras que movimientos como el impresionismo se habían permitido trabajar al aire libre, el fauvismo, vuelve al trabajo en el estudio. No le interesa la observación de la naturaleza sino el lenguaje plástico, con énfasis en el color y su capacidad expresiva.
Los temas del fauvismo podían abarcar el espectro de los retratos, los paisajes, los objetos cotidianos, la relación idílica del ser humano con la naturaleza y las escenas de interiores.
Claudia Olefnik
Artista plástica
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