Desde que el Ministerio de Gobierno ordenó la intervención del Jockey Club de Posadas, se esperaba conocer el estado de situación de los responsables del proceso jurídico iniciado el pasado 24 de octubre. Al frente de la intervención se encuentra el abogado y director de Municipalidades, Joaquín Cabral.
Cabe recordar que el desencadenante fue la última copa Challenger que se disputó a inicios de octubre pasado, donde se denunció la realización de millonarias apuestas y la Justicia investiga una carpa con otros juegos de azar que nada tenían que ver con las carreras de caballos.
Cabral habló por primera vez ayer en entrevista con FM 89.3 Santa María de las Misiones y canal 9 Norte Misionero. Sostuvo que “el poder de policía del Estado interviene cuando la persona jurídica Jockey Club Posadas se desvió del objetivo y los socios no lograron reencauzar la vida social frente a manifiestas irregularidades que no se circunscriben solo al hecho mencionado sino de otros que se produjeron en los últimos tres años”.
Consultado acerca de qué encontraron al intervenir el Jockey, señaló que “lo primero fue una comisión que no logró consolidarse en el tiempo. Incluso la anterior intervención le dio una guía, pasos a seguir, pero nunca encontraron el rumbo para poder funcionar”.
Recordó que si bien el origen del club es el turf, cuando obtuvo la matrícula A-19 que lo ubica entre las primeras instituciones creadas en Misiones, se realizan otras actividades como equinoterapia, salto, equitación, pato, polo “que quedan tapados por los otros hechos”.
Cabral aseguró que “encontramos muchísimas irregularidades”, para agregar que “el objetivo es poder establecer controles más estrictos”. Contó que trabajan con el IPLyC para ejercer esos controles más periódicos: “Analizamos también la multa de 20 millones de pesos para encontrar la vía para regularizar la situación”, indicó.
90 días de intervención
Joaquín Cabral recordó que cuentan con 90 días de mandato en la intervención. Hasta el momento se encontraron jurídicamente con que “no había periodicidad en las asambleas; los balances no estaban presentados; los mandatos estaban vencidos aunque los quisieron prorrogar, pero les bloquearon las cuentas lo que provocó problemas de transparencia. Al tener una vía institucional regular como cualquier otra asociación, se pueden transparentar en controles pero, lamentablemente, hubo muchas diferencias en la comisión directiva con personas que renunciaron, que sacaban licencia y luego volvían y eso impedía una vida institucional sana”.
Confirmó que se realizan auditorías contables para determinar el estado financiero. Además, se convocó a diferentes socios para dialogar sobre el camino a seguir para normalizar el club. “Nos han contado muchas ideas para que el Jockey vuelva a ser un emblema”, confió el funcionario.
Aunque evitó dar cifras en la charla periodística, Joaquín Cabral admitió que se fueron encontrando con muchas deudas que tiene Jockey. “Estamos en pleno balance e inventario y avalúo de los bienes con los que cuenta, para ir saneando en el plazo corto lo que se pueda pero, sobre todo, establecer el debe y el haber. Algunas cosas se van ordenando pero estamos trabajando en la regularización de las deudas, en la responsabilidad que le cabe a la institución con quienes reclaman acreencias. En eso trabaja ese equipo para realizar prontamente el informe final y, seguidamente, actuar para que el Jockey vuelva a ser una de las instituciones más renombradas pero con un control y auditoría con la presencia del Estado que impidan repetir hechos como los que conocimos”, aseguró el interventor.
¿Y después?
En otro tramo de la entrevista, se le preguntó al interventor Cabral si corre riesgo de desaparición el Jockey Club, a lo que respondió que no porque en los 90 días “se pretende poner blanco sobre negro, regularizar todas las áreas con los contadores y abogados, administrativos, a fin de ayudar a que prontamente los socios retomen las riendas del club.
“El club es de los socios y el Estado intervino por el desvío del camino institucional pero debe volver a manos de los socios”, sentenció.
Finalmente recordó que la Justicia sigue investigando a los responsables solidarios de la última copa Challenger. “En este caso no solo están los organizadores del evento sino también quienes dirigían el Jockey Club antes de la intervención. Seguramente habrá que merituar por las averiguaciones correspondientes, las responsabilidades en las causas”, explicó Cabral.