“Una pasión inexplicable” fue la frase más repetida por los hinchas misioneros de Racing, que primero sufrieron y después festejaron la obtención de la Copa Sudamericana, en las instalaciones del club Mitre de Posadas. Ese fue el lugar elegido por la Filial Humberto “Bocha” Maschio para ver en comunidad académica la final ante Cruzeiro, que finalmente quedó en manos del equipo dirigido por Gustavos Costas tras vencer por 3-1 en Asunción, Paraguay.
PRIMERA EDICIÓN estuvo presente en los últimos minutos del encuentro que consagró a Racing y, luego del encuentro, dialogó con algunos de los fanáticos de la peña racinguista. Federico, con la poca voz que le quedaba contó que es un “sufrido de la toda la vida, pero este sentimiento es único, somos una familia”.
A su vez, el pequeño Bastian, todo vestido albiceleste se sumó a los festejos y contó que su papá le hizo de Racing. “Tenes que sentirlo”, dijo justamente su padre Walter Báez, quien compartió la final con “mis amigos que no son de Racing, pero que estuvieron conmigo siempre”.
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“Para mí es una pasión, siempre lo voy a llevar en el corazón y en la sangre”, indicó la pequeña Fátima sobre lo que significa el club de Avellaneda para ella, quien vivió el partido junto con toda su familia vestidos de albicelestes, acorde a una fiesta de gala.
Después, los festejos se trasladaron a otros puntos de la ciudad capitalina, que vio como los fanáticos de la Academia celebraron la obtención de un nuevo título internacional.