Más de veinte personas se vieron involucradas en un desorden en el barrio Piedras Blancas de Garupá, que terminó con un policía herido de gravedad y otro con lesiones leves. En principio habrían ido a detener a un sospechoso de robo y amenazas dentro de la misma zona, pero tras ser capturado, los uniformados fueron atacados con golpes de puño, patadas y elementos contundentes.
De acuerdo a la información suministrada por la fuerza de seguridad, un sargento con prestación de servicio en la comisaría de Garupá, resultó con lesiones varias en distintas partes del cuerpo y en medio de un procedimiento por robo y amenazas, perdió el conocimiento.
Todo transcurrió en la tarde noche del domingo cuando al sistema 911 solicitaron presencia policial porque ingresaron a algunas casas del barrio antes mencionado y se llevaron: un ventilador, un sillón y algunos elementos más. Como los vecinos conocían al supuesto autor, lo identificaron y dieron sus características a los primeros uniformados en llegar a escena.
Con los datos aportados, dos policías interceptaron al sospechoso con fines de proceder a su detención, pero fueron atacados con palos, piedras y golpes de todo tipo.
Según uno de los uniformados, eran entre quince y veinte personas entre familiares del sospechoso y allegados, que querían evitar su detención.
Precisamente sobre calles Polaco Goyeneche y Estela Raval, se produjo un desorden a tal punto que los efectivos ni siquiera pudieron esperar a los refuerzos y debieron replegarse.
De todas maneras, un joven de 24 años, apuntado como uno de los delincuentes, fue detenido mientras que el suboficial lesionado fue llevado por su compañero al móvil y allí trasladado de urgencia al hospital de zona.
En lo que respecta a como se restableció el orden, varias patrullas llegaron al lugar, todas dependientes de la Unidad Regional X y en una recorrida recuperaron algunos de los elementos denunciados como robados mientras que se analizan cámaras de seguridad y se tomaron testimoniales, para tratar de identificar a los agresores del efectivo.
En cuanto a su estado de salud, llegó inconsciente al hospital con golpes en la cabeza como los más graves y otros tantos en distintas partes del cuerpo, pero de carácter leve al igual que su compañero, un oficial subayudante.
El sospechoso también fue denunciado por amenazas a vecinos que dieron sus datos para poder concretar su aprensión.
Se trata de un joven de 24 años con múltiples antecedentes en delitos contra la propiedad, disturbios, amenazas y otros hechos más en la zona y barrio aledaños. Interviene en la causa el juez de Instrucción 7, Miguel Mattos.