Último mes de un año que dejará una huella en cada uno de los rubros que componen el país que habitamos. La sociedad volvió a embarcarse en una nueva grieta impulsada por nuevos y viejos dirigentes que riñen por tener la razón.
Mientras se ensanchan las diferencias, se desarrolla uno de los planes de ajuste más duros que hayan sufrido los argentinos.
A la vuelta de este año de gestión la macroeconomía habrá encontrado una nueva normalidad anclada en el superávit fiscal y financiero que muchos países observan con interés. Sin embargo, puertas adentro, el costo de ese logro fue el rápido empobrecimiento de una buena porción de ciudadanos.
Sin embargo, el plan se sigue desarrollando y, tras haber dado con el piso de la crisis, quizás en el primer trimestre de 2025 lleguen verdaderos alivios para la sociedad. Por ejemplo algunos que equiparen el poder adquisitivo con la nueva dimensión inflacionaria.
Comenzó el último mes del año y llegó con aumentos y más golpes al bolsillo, tal y como los demás meses. Ojalá sea el último y que en enero lleguen las buenas.