Más de 150 jóvenes, provenientes en su mayoría de la provincia de Misiones, participaron recientemente del 33º Congreso de Jóvenes Ucranianos realizado en Buenos Aires. Bajo el lema “Peregrinos de la Esperanza”, en adhesión al Jubileo 2025, el evento estuvo marcado por momentos de espiritualidad, formación y comunión fraterna.
El encuentro comenzó el sábado 16 de noviembre en la ciudad de Luján, centro mariano nacional, donde los jóvenes visitaron la Basílica y la cripta que alberga al ícono de la Madre de Dios Orante, venerado por la comunidad ucraniana. En ese lugar, el protocincelo, padre Nazariy Kashchak, presidió el Akathistos en honor a la Virgen María y recordó a los presentes que “la Madre de Dios nos ayuda a avanzar frente a las desgracias, frente a las aflicciones. Ella permanece siempre con sus manos extendidas intercediendo por nosotros”. Por la noche, en el Centro Marista, el grupo pastoral del Instituto San Basilio Magno, de Posadas, ofreció un espacio de reflexión que invitó a los participantes a profundizar su fe desde una perspectiva comunitaria. El domingo, los jóvenes se congregaron en la Catedral Santa María del Patrocinio, en el barrio de Flores, para participar de la Divina Liturgia Pontifical, presidida por Monseñor Daniel Kozelinski. El templo, colmado de fieles, fue testigo de un mensaje esperanzador, en el que el obispo destacó el plan pastoral de la Iglesia Greco-Católica Ucraniana titulado “La esperanza a la que el Señor nos llama” e instó a los jóvenes a mantener la mirada fija en Cristo como fuente de fidelidad y esperanza. Por la tarde, los hermanos dominicos ofrecieron talleres y charlas para profundizar el lema del congreso, y la jornada culminó con una vigilia de oración en el templo, guiada por los Hermanitos y Hermanitas del Cordero. El lunes, el congreso concluyó con un recorrido por la ciudad de Buenos Aires a cargo del guía de turismo Rostyslav Shkirko, quien acompañó al grupo por los sitios más emblemáticos de la Capital Federal. Este cierre permitió a los jóvenes compartir momentos de fraternidad y redescubrir la riqueza cultural de la ciudad.
La organización del evento estuvo a cargo de la Comisión Eparquial de Pastoral Juvenil, con la colaboración de los parroquianos de la Catedral Santa María del Patrocinio y los seminaristas del Seminario Beato Omelián Kovch. El 33º Congreso de Jóvenes Ucranianos reafirmó el compromiso de la juventud con su fe y su misión de ser “Peregrinos de la Esperanza” en el mundo actual.
El Akathistos a la Madre de Dios (la palabra griega Akathistos significa literalmente “estando de pie”), es llamado así porque se debía cantar o rezar en esa posición en acto de veneración a la Santísima Virgen María. Es el himno mariano más famoso del Oriente cristiano.
Para la religiosa Rosalía Franco, de la congregación Siervas de María Inmaculada (SMI), la experiencia vivida durante el encuentro “fue muy fuerte. Tanto la divina liturgia como ver a cada joven rezando con gran compromiso y concentración. Verlos cantar, divertirse y rezar, escuchar, compartir y hacer amigos me dio esperanza de que esta etapa puede dar buenos frutos y participación dentro de todas las comunidades parroquiales”.
Añadió que las charlas de espiritualidad “movieron mucho al compromiso y a revisar, a mirar el corazón en el silencio de la vigilia. Fueron momentos de mucha luz, al encontrar a tanta juventud buscando… algo, especialmente crecer. Me llenó el alma, el corazón, la chispa de vida y alegría emanada entre todos. Agradezco a la vida, a los organizadores, a los predicadores de este gran encuentro con Dios, de María y juventud. Dios continúa llamando a las personas valientes. Estoy feliz, por siempre agradecida”.
El diácono Marcos Rozicki, oriundo de San Vicente, dijo que el viaje ayudó a crear vínculos entre jóvenes de distintas comunidades “en medio del clima cristiano, y eso fue muy positivo. En todo momento, a través de las charlas, talleres, obras de teatro, actuaciones, se buscó transmitir a los participantes que es importante buscar la buena formación, ser alguien con calidad humana, sea en la vocación o profesión que elija, tanto como religioso o como laico”.