De un día para otro, el PAMI dejó afuera de la cobertura del 100% de medicamentos (Plan Vivir Mejor) a más de 4,5 millones de sus afiliados que hasta este lunes podían acceder sin costo hasta a cinco medicamentos mensuales y lo redujo a los jubilados con subsidio social.
En la actualidad, hay alrededor de 850.000 jubilados con subsidio social y un promedio de 40.0000 solicitudes mensuales. Seguramente ahora el número de estas solicitudes aumentará, siempre que el afiliado cumpla con los requisitos: tener ingresos netos inferiores a 1,5 haberes previsionales mínimos (hoy 389.398,14 pesos), no estar afiliado simultáneamente a un sistema de medicina prepaga, no ser titular de un vehículo de menos de 10 años de antigüedad, ser propietario de no más de un inmueble. Si el afiliado convive con alguien con Certificado Único de Discapacidad (CUD), el ingreso mensual total del hogar no debe superar los tres haberes previsionales mínimos.
Situaciones de tensión y confusión en las farmacias
La mayoría de los afiliados del PAMI se enteran que ya se quedaron sin la cobertura del 100% en farmacia cuando van a buscar su medicación del mes.
“Hay una mezcla de sorpresa, de confusión, afectación económica en el bolsillo de los afiliados. Por más que haya buenas intenciones por parte de los farmacéuticos, quedamos en una posición muy incómoda porque esto genera situaciones de tensión porque los afiliados nos preguntan cómo puede ser si el mes pasado no tenía que pagar nada y ahora sí, o tenía que pagar 7.000 pesos y ahora resulta que saltó a 40.000 pesos. Ayer nos pasó con cliente que los dos últimos meses pagó 7.000 pesos, después pasó a 9.000 y ahora le saltó a 46.000 pesos por la medicación de su patología crónica. Es difícil explicarle esto al afiliado del PAMI”, contó a PRIMERA EDICIÓN el vicepresidente de la Cámara de Propietarios de Farmacias y Botiquines de Misiones (CAPROFARBO), Alberto Ruiz.
“Muchos se van sin su medicación”
Al ser consultado acerca de qué hace el jubilado al enterarse que ya no podrá retirar su medicación en forma gratuita, Ruiz indicó que “algunos abonan la diferencia que el PAMI les dejó de cubrir, algunos se van enojados y con sospechas de abuso por parte de la farmacia, y otros bajan la cabeza, te dicen que no pueden pagar y se van sin su medicación”.
Esto último -el jubilado que deja de tomar su medicación- “es lo más grave y debería ser solucionado en forma inmediata, una cosa es lo administrativo que se irá acomodando a lo largo de los días. Gestionar un subsidio no deja de ser una solución administrativa que no está al alcance de todos, porque requiere que el jubilado sepa manejar una computadora o celular, o pueda acudir a la Unidad de Gestión Local (UGL) cuando hay mucha gente a la que se le dificulta mucho movilizarse… hay que tener en cuenta a los muchos abuelos que viven solos”.
Falta de empatía y sensibilidad
Ruiz alertó además que este cambio abrupto del PAMI tiene un alto impacto en la atención en las farmacias de todo el país, “no es lo mismo la atención de una farmacia pequeña donde se conoce la cara de la mayoría de sus clientes de aquellas donde el volumen de atención es continuo… esta reorganización de la cobertura 100% del PAMI multiplica la tarea del trabajador farmacéutico porque al fin de cuentas es el que está comunicando al afiliado el impacto de la medida del PAMI”.
Ruiz contó que en muchos casos surgieron a los afiliados que consulten en el PAMI o vayan al médico de cabecera para explicarle la situación pero admitió que “uno lo dice como si fuera una tarea sencilla pero estamos hablando, en la mayoría de los casos, de personas mayores con dificultades de traslado, que a veces no tienen ni para el pasaje, que viven solas. La verdad es que uno se da cuenta que estas decisiones las toman personas desde sus escritorios a las que les falta empatía y sensibilidad”, analizó.
Cobertura garantizada por ley
El Plan Vivir Mejor del PAMI otorga una cobertura del 100% sobre un vademecum que sufrió varios recortes a lo largo del año: hasta mediados de este año, incluía unas 170 moléculas o principios activos y alrededor de 2.700 presentaciones de medicamentos. En agosto se redujo a 109 moléculas y un número máximo de cinco medicamentos gratuitos por afiliados. En noviembre volvió a achicarse el vademécum a 98 moléculas.
En forma paralela, está la cobertura del 100% en remedios asociados a enfermedades con cobertura garantizada por alguna ley sancionada en el Congreso de la Nación. Estos medicamentos siguen con cobertura total, entre ellos, los tratamientos para el cáncer, diabetes, hepatitis B y C, VIH, enfermedad renal crónica, artritis reumatoidea o los relacionados con trasplantes.