Una pareja de la provincia de Santa Cruz viajó hasta Andresito para hacer el proceso de vinculación presencial con quien será su hijo adoptivo, un pequeño de 8 años.
Aunque hace ya varias semanas que hablan por videollamadas, el primer encuentro cara a cara entre la pareja y el niño tuvo lugar este viernes, con supervisión de la jueza a cargo y de los responsables del Hogar “El Refugio” de la Fundación Elivan.
“Nosotros ya veníamos haciendo la vinculación por videollamada, pero faltaba esta instancia personal que es muy distinta, donde había que ver cómo se daba ese vínculo… y la verdad es que estamos muy sorprendidos porque fue muy natural” contó la mamá adoptiva, Alicia del Valle en diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones.
Mezcla de emociones
El pequeño tiene 8 años y hasta ahora vivía en el Hogar “El Refugio” de la Fundación Elivan de Andresito. En los próximos días, cuando la jueza dé por concluido el proceso de vinculación, podrá viajar a su nuevo hogar en el sur del país.
“El hogar de niños de Andresito hace un trabajo increíble con los chicos y lo destaco muchísimo porque no sé si se da en otros lugares. La verdad es que los responsables del hogar, que es un matrimonio, Lidia y Walter, llevan adelante este proyecto hace ya varios años. En nuestro caso, primero se contactó la jueza y luego Lidia… hacemos una entrevista por videollamada con ella y al otro día nos presentó a nuestro hijo. No tengo palabras para explicar la mezcla de emociones que sentimos al conocerlo… ansiedad, alegría. Fue una charla sencilla para presentarnos, nos dijimos nuestros nombres… él ya sabía de la posibilidad de ser adoptado así que le preguntamos cómo estaba y qué pensaba al respecto”.
Las lágrimas brotaron en la segunda videollamada, “nos llamó mucho la atención porque nos hizo con la manito un tres… mi pareja le preguntó qué significaba y él le respondió que éramos tres, él y nosotros. Eso me dio una alegría y emoción tan inmensa. Para él también es importante tener una familia, por eso recalca que somos tres. Creo que mi pareja lloró primero porque yo trataba de contenerme”, contó emocionada.
Una gran familia lo espera
Alicia contó que, tanto en Tucumán como en Santa Cruz, “hay toda una gran familia que lo espera, hay abuelos, tíos y primos… somos de Tucumán pero vivimos hace mucho en Santa Cruz así que tenemos parte de la familia en Tucumán y Santa Cruz. Ya le están mandando audios, presentándose porque ellos ya saben todo de su ingreso a la familia, hasta los más chiquitos y están muy felices”.
En broma contó que el único problema es que en su familia son todos hinchas de Boca “y pareciera ser que mi hijo es de River… y bueno jajaja estaremos divididos en este tema, a partir de ahora tendremos dos hinchadas”.
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Un proceso engorroso, pero que piensan repetir
Ella y su esposo son oriundos de Tucumán pero hace muchos años viven en Las Heras, provincia de Santa Cruz. “Estamos muy felices”, destacó. Según recordó, la decisión de adoptar vino después de algunos intentos fallidos de concebir un hijo, “con mi pareja nos inscribimos en el Registro de Adoptantes de Río Gallegos, que es el que nos corresponde a nosotros”. Describió el proceso como burocrático y engorroso “los papeles para presentar los tuvimos en una semana pero para ingresar al Registro tuvimos que esperar que venga la trabajadora social para que haga el informe socioambiental, que demoró un montón, y para la entrevista psicológica, que son tres días, también esperamos mucho”.
Independientemente de esto, contó que “no descartamos adoptar a otro niño más adelante porque la verdad es una experiencia tan linda, humana, que sería bueno que otras parejas y personas solas decidan animarse porque es muy valioso poder brindar una familia a alguien que no la tiene, es una manera de cambiarle la vida a un niño de cualquier edad”.
“Ya somos tres”
Alicia destacó ilusionada que, después de todo el proceso para inscribirse al Registro de Aspirantes a Adopción, finalmente lo lograron “nos llamaron, aquí estamos y ya somos tres”.
Según precisó, desde el momento de la inscripción en el Registro a la llamada de la jueza de Misiones pasó casi un año. “Creo que también salió relativamente rápido porque nosotros pusimos que estábamos abiertos a adoptar a niños no tan pequeños porque hay muchas más personas que solo quieren bebés”, analizó.
Recordó que “un día entró una llamada de Misiones y cuando atendí me preguntaron si nosotros podíamos viajar a la provincia porque había la posibilidad de adoptar a un niño. Y obvio que le dije que sí y acá estamos”.
“Quiere conocer la nieve”
A lo largo de los encuentros -tanto virtuales como presenciales- entre la pareja y el niño aprenden uno de otros, de su forma de ser, de sus sueños y cómo es la familia que pronto recibirá a un nuevo miembro, entre tantas otras cuestiones.
En este caso, uno de los principales intereses del niño es si nieva en el lugar donde pronto se mudará con sus padres adoptivos. “Lo primero que me preguntó es si donde vivimos cae nieve… yo le conté que nieva, que hay pingüinos y ballenas. Él quiere ver la nieve pero va a tener que esperar un poquito porque en esta época no hay”, recordó Alicia.
Según precisó, “ahora deberíamos quedarnos dos o tres días para hacer el proceso de vinculación in situ y presencial en Misiones antes de volver a Sur, esta vez con nuestro hijo”.
Según indicó, ella es ama de casa y su esposo trabaja en una empresa por lo que pidió un permiso para poder viajar para hacer la vinculación. “No tuvimos dudas al momento de decidir adoptar… ahora tengo un poco de temor que extrañe, pero creo que iremos superando y aprendiendo con él ante los desafíos que se nos presenten”, aseguró.
Una vez que regresen a Santa Cruz, hay un proceso de seguimiento por seis meses que involucra a la trabajadora social y psicólogos para ver cómo se adapta el niño a su nueva familia. “Ellos informan al juzgado de origen”, detalló Alicia.