El cantante y actor estadounidense Francis Albert Sinatra, más conocido como Frank Sinatra, nació el 12 de diciembre de 1915 en Hoboken (New Jersey).
Apodado “La Voz”, fue una de las figuras más importantes de la música popular del siglo XX y dejó, a través de sus discos y actuaciones en directo, un legado canónico en lo que respecta a la interpretación vocal masculina.
Su popularidad llegó a ser inmensa y prácticamente constante a lo largo de toda su vida, aunque fueron especialmente exitosos los años ’40 y ’50.
Más allá de su legado artístico, tanto en la música como en el cine, a Sinatra se le reconoce también haber sido el primer cantante que hizo uso de los medios de amplificación del sonido con el objeto de situar su voz por encima de la orquesta y así aproximarla al oído del oyente.
Estas son sus interpretaciones más famosas:
“My way”
Corría 1968 cuando la discográfica de Frank Sinatra trabajaba a toda máquina para encontrarle un número 1. En octubre, en su camerino del Caesar’s Palace, Frankie escuchó por primera vez el tema en su versión original. Es decir, “Comme de habitude” de la estrella del pop francés Claude Francois. Le dijo a su hija Nancy que se la había mandado Paul Anka y que le estaba poniendo una letra en inglés. A sus 54 años, Sinatra la cantó por primera vez el 30 de diciembre de 1968. Aunque se convirtió quizás en la canción que más lo identifica, él terminó por aborrecerla para siempre.
“New York, New York”
Si no es “My way”, es “New York, New York”. Nadie puede disociar a Sinatra de ninguna de estas dos creaciones. “La Voz” estab empeñado en que esta canción se convirtiera en el auténtico himno de la ciudad que tanto amaba, pero el proceso fue largo. La cantó en público por primera vez en el hotel Waldorf-Astoria, en un concierto benéfico y la grabó (en dos versiones consecutivas) en 1979, cuando ya tenía 65 años.
“Strangers in the night”
A la hora de hablar de clásicos, hay un “tercero en discordia” para los fanáticos de Frank Sinatra. Es este “hitazo” que, curiosamente, el neoyorquino no quería cantar porque era “una mierda de melodía” y “una de las peores canciones que había oído en su vida”. Finalmente, la grabó el 11 de abril de 1967.
“I’ve got you under my skin”
Sinatra era un gran perfeccionista y, aunque no era músico (no sabía tocar ni un solo instrumento), pero siempre tenía la partitura del tema cuando cantaba. En este caso, estaba fascinado por el tema escrito por Cole Porter y a la hora de grabarlo, el 12 de enero de 1956, se necesitaron nada menos que 22 tomas para satisfacerlo.
“Fly me to the moon”
Su primera versión de este tema, una canción clásica de cabaret a la que Sinatra dio un giro de 180 grados, se grabó el 9 de junio de 1964, con un arreglo sensacional de Quincy Jones. Su importancia histórica se catapultó cuando fue la canción que utilizaron los astronautas del Apolo XI cuando llegaron a la Luna, el 20 de julio de 1969.
Y estas son algunas de sus más icónicas actuaciones en la pantalla gigante:
Levando anclas (Anchors Aweigh, George Sidney, 1945)
En este musical dirigido por George Sidney, dos marineros de personalidades opuestas uno tímido e ingenuo (Sinatra) y el otro extrovertido y hombre de mundo (Gene Kelly), viven mil y una peripecias en la ciudad de Los Ángeles.
Un día en Nueva York (On the Town, 1949)
Gene Kelly (que también codirige junto a Stanley Donen), Frank Sinatra y Jules Munshin interpretan este musical que narra la historia de tres marineros que pasan un alegre y romántico día de permiso en la ciudad de Nueva York. alegre, romántico y musical día de permiso. Por primera vez en la historia del cine, las cámaras abandonan los platós y los decorados interiores para salir a las calles.
De aquí a la eternidad (From Here to Eternity, Fred Zinnemann, 1953)
Sinatra acompaña en esta cinta de Fred Zinnemann a tres gigantes de la actuación como Burt Lancaster, Montgomery Clift y Deborah Kerr, pero también a tremendos secundarios como Donna Reed y Ernest Borgnine. La película ganó ocho premios Óscar y fue nominada a otros cinco.
El hombre del brazo de oro (The Man with the Golden Arm, 1955)
Producida y dirigida por Otto Preminger y protagonizada por Frank Sinatra, Eleanor Parker y Kim Novak, narra la historia de un drogadicto que se desintoxica en prisión y luego lucha por mantenerse así en el mundo exterior.
Dios sabe cuánto amé (Some Came Running, 1958)
Después de la guerra, Dave Hirsh regresa a su pueblo, donde vive su hermano mayor, bien situado y preocupado de su status social. A Dave le acompaña una mujer que acaba de conocer y luego hace amistad con un jugador. Al presentar a una maestra una novela que ha escrito, Dave se enamora de ella. Dirigida por Vincente Minelli, acompañan a Sinatra en la actuación Dean Martin, Shirley MacLaine y Martha Hyer.
Fuentes: El Mundo, Zonda y FilmAffinitty