En los últimos días del ciclo escolar 2024 desde la Asociación de Transportes Escolares de Misiones (ATEM) realizaron un pequeño balance de la actividad en el cual destacaron el avance de la competencia desleal en la capital provincial. A pesar de ello, el año resultó “positivo” para los propietarios de esta categoría de transporte aunque exigieron mayores controles del municipio, que se respeten las normativas vigentes y en especial los espacios exclusivos para estacionar frente a los colegios.
La vicepresidente de ATEM, Rosi Ocampo, explicó a PRIMERA EDICIÓN cómo fue el comportamiento de la tarifa a lo largo del año y dijo que “empezamos con una cuota mensual de 60 mil pesos en marzo, después aumentamos en julio a 70 mil y estamos terminando con 80 mil. El tema es que después de haber instrumentado cada uno de esos aumentos en la cuota de nuestros servicios tuvimos otra vez incrementos en el precio del combustible que impactaron en muchas otras cosas”.
Ocampo apuntó que “80 mil pesos suena a una cifra importante, a mucho, pero si uno saca la cuenta por 20 días de clases al mes, resulta que son 4 mil pesos por día, ida y vuelta. Entonces el transporte escolar es más barato que un Uber, un remís o un taxi. Nuestro servicio es súper barato, sinceramente y con todo el plus de control y cuidado de los niños, de un servicio puerta a puerta, dejando a los más pequeños en manos de su maestra y retirándolos a la salida. Un taxi llega y deja a la criatura en la vereda, nosotros no”.
Remarcó la transportista escolar que “tenemos el gran problema de las combis truchas. Ahora se está hablando de la desregularización del transporte desde el Gobierno nacional pero sin embargo acá en Posadas hace rato está pasando eso, porque hay combis que ni siquiera están pintadas como transportes escolares y están transportando niños”.
Puntualmente señaló que “hay una combi que estaciona todos los días frente al colegio Madre de la Misericordia, no está pintada como transporte escolar, pero de ahí baja y alza niños. Después hay otra combi que estaciona por la calle Jujuy, que también llevan chicos al mismo colegio, es toda blanca, camuflada, con vidrios polarizados, cosa que no se vea hacia adentro, que no pueda detectarse fácilmente si transporta niños. Y todo eso nadie controla. Sinceramente es injusto para nosotros que tenemos que tener la combi habilitada y esas combis andan por la ciudad y nadie les dice nada”.
En la misma línea subrayó Ocampo que “hay muchas competencias. En primer lugar el Uber, luego, los remises y en tercer lugar los taxis. Yo entiendo que somos pocos transportes escolares y que quizás no abarcamos toda la ciudad, que por eso a veces los padres optan por mandar a su hijo a la escuela en un taxi. Pero en un taxi no pueden ir más de tres chicos sin un mayor que los acompañe, hay una ordenanza al respecto, pero alcanza con pararse a la entrada de una escuela y ver cómo llegan y se darán cuenta lo que en la práctica ocurre”.
No se respetan
Ocampo remarcó que “uno de los principales problemas que tuvimos este año es que llegamos hasta frente a las escuelas y en los lugares reservados para los transportes escolares, que están pintados, señalizados, demarcados, siempre hay automóviles particulares, entonces se generan discusiones que no deberían ocurrir”.
Además, dijo que “en estas últimas dos semanas directamente no hubo inspectores de tránsito en los horarios de ingreso y salida”.