El 19 de diciembre de 2001 comenzó en Argentina una movilización popular a partir del descontento social contra las medidas económicas del gobierno de Fernando de la Rúa y la imposición del Estado de Sitio.
El lema “¡Que se vayan todos!” explotó tras una disposición del Gobierno que restringía la extracción de dinero en efectivo de los bancos (“corralito“), diseñada por el entonces ministro de Economía, Domingo Cavallo.
El radical De la Rúa había asumido el Ejecutivo por la Alianza el 10 de diciembre de 1999 tras el segundo gobierno de Carlos Saúl Menem. Su mandato era hasta 2003, pero renunció al cargo el 20 de diciembre de 2001, en medio de protestas sociales, saqueos y muertes.
Años después, el juez federal Claudio Bonadío sobreseyó a De la Rúa en la causa por las muertes ocurridas el 19 y 20 de diciembre de 2001 a raíz del accionar policial que precedió a la caída de su Gobierno.
En cambio, el ex secretario de Seguridad del gobierno de la Alianza, Enrique Mathov, sería condenado a cuatro años y 9 meses de prisión por la mortal represión de aquellos dos días, que se cobró 39 vidas (entre ellas las de nueve menores de edad) y dejó más de 500 heridos; mientras que el ex jefe de la Policía Federal, Rubén Santos, fue condenado a cuatro años por la represión.