La “Dieta 13” es un nuevo sistema de compensación que se implementará para los senadores argentinos a partir de enero de 2025. Esta medida, aprobada en abril de 2024, incluye un medio aguinaldo adicional, lo que equivale a aproximadamente 2,5 millones de pesos en bruto por legislador.
La activación de esta dieta ha generado una fuerte controversia en el contexto de un congelamiento de haberes que afecta a los senadores desde 2023, lo que ha llevado a tensiones entre el oficialismo y la oposición.
El nuevo esquema establece que cada senador recibirá 2.500 módulos, junto con un adicional por gastos de representación y otro por desarraigo. Este ajuste fue diseñado para equiparar las dietas de los senadores con los salarios de otros empleados del Congreso que ya reciben aguinaldo. Sin embargo, la implementación de la “Dieta 13” ha suscitado críticas sobre la percepción de privilegios en el contexto económico actual.
La polémica se intensificó tras un aumento del 6,6% en los salarios de los empleados legislativos, lo que llevó a la Cámara alta a anular dicho incremento y a congelar las dietas hasta finales de 2024. Esta decisión fue una respuesta a las crecientes críticas hacia los senadores, quienes enfrentan un clima de descontento tanto dentro como fuera del Congreso.
Con el fin del año acercándose, el debate sobre el descongelamiento de las dietas se ha vuelto más urgente. Algunos senadores argumentan que, dado que sus sueldos están congelados, no deberían aplicarse los aumentos recientes. Sin embargo, otros advierten que el valor actualizado del módulo podría resultar en un incremento significativo en sus dietas, superando los 9 millones de pesos brutos.
Una posible solución para evitar este aumento sería solicitar a la vicepresidenta Victoria Villarruel que extienda el congelamiento. Sin embargo, muchos senadores son reacios a hacer esta solicitud formalmente, temiendo que esto pueda ser utilizado en su contra y generar aún más críticas hacia su gestión.
La situación se complica aún más por cambios recientes en el régimen impositivo sobre las ganancias, lo que ha llevado a algunos senadores a recibir menos dinero en comparación con meses anteriores. Esto ha añadido tensión al ambiente ya cargado dentro del Senado, donde las discusiones sobre salarios y beneficios son recurrentes.
Fuente: Infobae