Esta mañana, un inesperado parto tuvo lugar en el baño del Hospital SAMIC de San Vicente, cuando una mujer dio a luz a un bebé sin previo aviso al personal médico sobre el inicio del trabajo de parto. El recién nacido, con un peso de apenas 1.800 gramos y diagnosticado con Retardo del Crecimiento Intrauterino (RCIU), recibió atención de emergencia antes de ser derivado a un centro especializado.
Según informaron desde el portal San Vicente informa, la mujer ingresó sin mostrar signos evidentes de un parto inminente. Su embarazo había sido escasamente monitoreado mediante controles prenatales, lo que dificultó la detección de complicaciones. Mientras estaba en el establecimiento, la paciente se sintió incómoda y creyó que se trataba de un simple malestar. Al dirigirse al baño, de forma repentina, dio a luz.
El bebé nació vivo, pero debido a su bajo peso y al diagnóstico de RCIU, requirió atención inmediata.
“Fue asistido por el equipo médico del hospital, pero debido a su escaso peso y su estado general, se decidió su derivación a un centro de mayor complejidad”, informaron fuentes del establecimiento al mismo portal.
Según trascendió, el neonato fue trasladado a la unidad de neonatología de Oberá para recibir cuidados especializados. La madre se encuentra estable y bajo supervisión.