Cada 20 de diciembre, por iniciativa de organizaciones civiles y no gubernamentales preocupadas por el ambiente, se celebra el Día Internacional de la Camisa Arrugada.
Aunque suene graciosa, se trata de una efeméride con propósito, ya que tiene como finalidad cuidar el planeta a través del ahorro de energía.
Según sus impulsores en Argentina -Red Solidaria, Dondereciclo.org y Mundo Invisible-, la plancha es una “enemiga de la naturaleza”, ya que es uno de los electrodomésticos que más electricidad consume.
Así, las planchas tienen un impacto directo en la huella de carbono, con una potencia estimada entre 1.000 y 3.000 vatios, muy superior a la potencia de un refrigerador, calculada en unos 300 vatios.
Al final, las personas que odian planchar su ropa tenían toda la razón y hoy es el día en que todos ellos pueden salir orgullosamente a la calle con la ropa arrugada: se estima que vestir una camisa -o cualquier otra prenda- sin planchar sería equivalente a plantar siete árboles, absorber el dióxido de carbono de siete autos o apagar doce lámparas de luces de 100 watts cada una.
Es decir, que por cada 100 personas que dejen de planchar sus prendas de vestir por un año, se estaría generando en el planeta el efecto de unos 255.000 nuevos árboles.
¿Cómo planchar la ropa de manera natural?
Claro que no hace falta ser tan drástico, y hay algunos recursos que pueden funcionar para alisar las prendas de vestir sin necesidad de usar una plancha:
- Lava la ropa con agua caliente, un buen detergente y suavizante de telas para flexibilizar los tejidos.
- Cuelga los vestidos y camisas en ganchos, directo de la lavadora. Así evitarás pliegues y arrugas al secar la ropa de manera natural, sin utilizar la secadora.
- Aprovecha el vapor del agua caliente de la ducha para eliminar las arrugas de las prendas de vestir, colocando la ropa seca extendida en un lugar del baño mientras te bañas. Asegurate que no se moje.
Fuente: Día Internacional de