La autopsia practicada por los forenses a Alejandro Ribeiro (34) estableció que fue asesinado mediante “asfixia por ahorcadura” presumiblemente con una soga y que presentaba lesiones “en párpados y tabique nasal”, lo que hace presumir que lo golpearon antes de quitarle la vida, señalaron fuentes del caso.
Tal como publicó ayer PRIMERA EDICIÓN, la víctima fue hallada sin vida en su domicilio en la localidad de San Antonio, con signos de haber sido asesinado. Un primo se topó con el cuerpo, ya que fue a su casa porque no respondía mensajes ni llamadas.
Ribeiro, que vivía solo, recientemente cobró una indemnización tras sufrir un siniestro vial que lo dejó postrado y en silla de ruedas, lo que habría sido aprovechado por un joven de 16 años que al parecer le oficiaba de chofer y secretario, según las primeras hipótesis policiales. En la camioneta de Ribeiro y tal como se adelantó en exclusiva, fue hallado el dinero supuestamente sustraído (7.282.560 pesos).
De acuerdo a los primeros indicios, el hecho ocurrió entre la madrugada y primeras horas del jueves pasado en una vivienda del barrio Nuestra Señora de Fátima, de San Antonio. El menor sospechoso era el único que frecuentaba su domicilio ya que lo trasladaba en una camioneta Toyota Hilux, propiedad de la víctima.
El menor en cuestión, con otra de 17 años y un hombre de 31, fueron vistos durante la mañana de ese jueves cerca de una estación de servicio de San Antonio, aparentemente, rumbo a Puerto Iguazú. A las 17 de ese mismo día revisaron la camioneta en la que circulaban los demorados y encontraron el maletín con el dinero y una soga.
Horas antes de que se descubriera el cadáver de Ribeiro, testigos habrían visto al adolescente de 16 años salir de la vivienda de la víctima y conducir la camioneta con rumbo desconocido.