Un representante de la Embajada de Rusia en Argentina, habló ante los medios y se basó en la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, considerando lo ocurrido como una violación del derecho internacional en relación a las inmunidades diplomáticas. Esta declaración se produjo tras un incidente inusual que involucró a dos diplomáticos rusos en la Ciudad de Buenos Aires durante la mañana de Navidad, cuando ambos se negaron a someterse a un control de alcoholemia en el barrio de Recoleta, publicó el sitio de Infobae.
Los conductores, que se desplazaban en vehículos con matrícula diplomática, se atrincheraron en sus automóviles tras ser detenidos por agentes de tránsito en un operativo vial especial por las festividades. Esto llevó a la intervención de la Policía de la Ciudad, la Cancillería argentina y el Ministerio de Seguridad de la Nación.
El primer incidente ocurrió alrededor de las 10:45, cuando un conductor identificado como Sergei Baldín, que manejaba un Volkswagen Vento blanco con matrícula diplomática “D094CSB”, fue detenido en un puesto de control. Baldín se negó a entregar la documentación solicitada y a realizarse el test de alcoholemia. Ante esta negativa, los oficiales de tránsito solicitaron la asistencia de la Policía de la Ciudad, que escoltó el vehículo hasta la sede de la Embajada de Rusia en Recoleta, con la intervención también de la Policía Federal.
El procedimiento se llevó a cabo respetando las normativas internacionales establecidas por la Convención de Viena, que regula la inmunidad de los representantes extranjeros. En este contexto, el Ministerio de Seguridad y la Cancillería argentina coordinaron acciones con el Departamento de Seguridad Diplomática de la Policía Federal para garantizar el cumplimiento de las leyes aplicables. Una vez que el vehículo llegó a la embajada, se elaboró el acta correspondiente, aunque las actuaciones legales deberán continuar por los canales federales pertinentes.
Un segundo hombre, identificado como Cardmath Solomatin, también de nacionalidad rusa, se negó a realizar el test de alcoholemia, replicando la situación de Baldín.
El operativo de seguridad vial en el que se produjo este incidente forma parte de las medidas implementadas por el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires durante las festividades navideñas, con el objetivo de prevenir accidentes de tránsito relacionados con el consumo de alcohol. Sin embargo, la negativa de los diplomáticos a someterse al control generó un despliegue inusual de recursos y la intervención de múltiples organismos oficiales.
Según la Convención de Viena, los diplomáticos no pueden ser arrestados ni procesados penalmente en el país anfitrión, lo que limita las acciones que las autoridades locales pueden tomar en estos casos. No obstante, las leyes internacionales también establecen que deben respetar las normativas del país en el que se encuentran, lo que podría llevar a gestiones entre Argentina y Rusia para abordar este tipo de incidentes.
Hasta el momento, no se ha informado si las autoridades argentinas solicitarán explicaciones formales al gobierno ruso o si se tomarán medidas adicionales para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro.