Tras pasar Nochebuena y Navidad detenidas en el Centro Penitenciario de Carandiru, las futbolistas Candela Díaz, Camila Duarte, Juana Cángaro y Milagros Díaz recuperaron su libertad tras el pago de una fianza. Sin embargo, deberán permanecer en São Paulo mientras avanzan las investigaciones en su contra por presunta injuria racial, un delito severamente penado por la legislación brasileña.
El incidente tuvo lugar el viernes durante el partido entre River y Gremio por la Brasil Ladies Cup en el Estadio de Canindé. A los 30 minutos del primer tiempo, con el marcador empatado 1 a 1, un gesto de Candela Díaz, imitando a un mono y dirigido a un alcanzapelotas, desató una batalla campal entre jugadoras de ambos equipos. El enfrentamiento derivó en la expulsión de seis futbolistas de River, lo que obligó a la suspensión del partido.
Tras los hechos, Díaz, Duarte, Cángaro y Milagros Díaz fueron señaladas por testigos como responsables de actos racistas. Las jugadoras se presentaron ante la Comisaría 6ª de São Paulo, y al día siguiente fueron trasladadas a la prisión de Sant’Ana. El juez Alberto Anderson Filho rechazó inicialmente el hábeas corpus presentado por la defensa, argumentando la gravedad de las acusaciones respaldadas por imágenes y testimonios.
River Plate manifiesta su más absoluto repudio ante los gestos discriminatorios ocurridos en el encuentro con Gremio por la Brasil Ladies Cup 2024. Comunica que ya está tomando las medidas disciplinarias correspondientes y seguirá trabajando para erradicar este tipo de conductas.
— River Plate Fútbol Femenino (@RiverPlateFem) December 21, 2024
El fallo destacó que las conductas atribuidas, en particular a Candela Díaz, son consideradas “atroces” bajo el código penal brasileño, que desde 2022 equipara la injuria racial con el racismo. Este tipo de delito, que no admite fianza ni prescripción, puede conllevar penas de dos a cinco años de prisión, con agravantes si se comete de manera conjunta por varias personas.
La defensa de las jugadoras alegó que el gesto fue una reacción a una agresión previa del alcanzapelotas identificado como Kayque, pero las acusaciones permanecen firmes. La situación ha generado amplio rechazo en redes sociales y en el ámbito deportivo.
River emitió un comunicado repudiando los gestos discriminatorios y asegurando que se tomarán medidas disciplinarias. Aunque la directiva aún no ha anunciado decisiones concretas, no se descarta la posibilidad de que se rescindan los contratos de las jugadoras implicadas.