Desde enero de 2025, las tarifas de electricidad aumentarán un 1,6% y las de gas un 1,85%, incrementos que se ubican por debajo de la inflación proyectada para el próximo año. Estas actualizaciones se suman a los incrementos autorizados previamente en diciembre, que ajustaron los precios mayoristas de ambos servicios en un 2% y 2,5%, respectivamente.
Las modificaciones tarifarias consideran diversos costos asociados, como el Costo Propio de Distribución (CPD), el Costo de la Energía Suministrada en Malas Condiciones (CESMC) y el Costo de la Energía No Suministrada (CENS). Estas actualizaciones impactarán los cuadros tarifarios de empresas proveedoras del servicio eléctrico, entre ellas Edenor, Edesur, Distrocuyo, Transpa, Epen, Trasnoa, Transcomahue, Transnea, Transba y Transener.
En cuanto a los usuarios subsidiados, los límites de consumo seguirán vigentes: quienes pertenezcan al nivel 3 (ingresos medios) pagarán tarifa plena por consumos superiores a 250 Kwh/mes, mientras que los del nivel 2 (ingresos bajos) tendrán un límite subsidiado de 350 Kwh/mes. Actualmente, 9,5 millones de usuarios eléctricos y 5,3 millones de usuarios de gas están subsidiados, representando una porción significativa del total nacional.
Preparativos ante la demanda de verano
A pesar de las altas temperaturas previstas, las condiciones climáticas han sido más benignas que lo esperado, lo que hasta ahora ha evitado cortes significativos en el suministro eléctrico. Las empresas distribuidoras mantienen un plan de contingencia con un incremento del 30% en las cuadrillas de emergencia y mejoras en las redes mediante la renovación de equipos.
Asimismo, la Secretaría de Energía ha trabajado con grandes usuarios de electricidad para reducir la demanda en picos de consumo. Aunque estas medidas no han sido necesarias hasta el momento, los usuarios mayoristas (GUMA) cuentan con incentivos económicos para consumir energía fuera de los horarios de mayor demanda o reducir su consumo total.
Las cuencas hidráulicas de Brasil y Yacyretá han mostrado mejoras respecto a los pronósticos iniciales, lo que facilita la importación de energía en verano, habitual para cubrir el 16% de la demanda eléctrica en el AMBA. No obstante, especialistas advierten que la infraestructura energética todavía presenta limitaciones frente a la demanda creciente.
Para paliar posibles déficits, el Gobierno incrementó la remuneración a generadoras de energía para renovar maquinaria y realizar mantenimientos esenciales, asegurando así la estabilidad del suministro en los meses de mayor exigencia.
(Fuente: Ámbito)