El presidente Javier Milei confirmó en una entrevista con Forbes Argentina que su gobierno avanzará en 2025 con un ambicioso programa de reformas estructurales, que incluye privatizaciones masivas, una reforma laboral y previsional, y la eliminación de cerca del 90% de los impuestos actuales. Estas medidas forman parte de lo que definió como una “motosierra profunda” para achicar el Estado y estimular el crecimiento económico del país.
Milei explicó que, tras un primer ajuste significativo realizado este año, el próximo paso será abordar cambios más profundos. Según detalló, el plan no se limita a la eliminación de regulaciones, sino que busca transformar el funcionamiento del Estado. Una de las metas centrales es simplificar el sistema tributario, dejando solo diez impuestos esenciales, en un esfuerzo por aliviar la carga fiscal de los ciudadanos y las empresas, al tiempo que se mantiene la recaudación necesaria.
El mandatario señaló que también avanzará con la privatización de empresas estatales, argumentando que muchas de ellas operan con déficits que generan un impacto negativo en las finanzas públicas. Si bien no especificó un cronograma para estas privatizaciones, sostuvo que el Estado no debería intervenir en áreas que, según él, pueden ser gestionadas de manera más eficiente desde el ámbito privado.
Además, Milei reiteró su compromiso con la reforma laboral, con el objetivo de reducir los costos asociados al empleo formal, y planteó que la reforma previsional dependerá del avance de las negociaciones en el Congreso.
En términos de resultados económicos, el presidente destacó que las medidas implementadas hasta ahora han generado una mejora sustancial en varios indicadores clave. Entre los logros mencionados, subrayó la reducción del riesgo país, que pasó de 3.000 puntos al inicio de su mandato a menos de 700 en la actualidad. También aseguró que la inflación está en descenso, lo que, según explicó, elimina distorsiones en los precios relativos y favorece la acumulación de capital. Asimismo, Milei celebró el avance de Argentina en el índice de libertad económica, señalando que el país subió 70 posiciones este año y que aún quedan miles de reformas pendientes para consolidar ese progreso.
El mandatario sostuvo que su administración logró reducir la pobreza de manera significativa desde que asumió el cargo. Según sus declaraciones, el nivel de pobreza se redujo en 11 puntos porcentuales, pasando del 57% que, dijo, heredó del kirchnerismo al actual 46%. Al respecto, afirmó que los controles de precios aplicados por gobiernos anteriores ocultaban los verdaderos índices de pobreza y que su política de ajuste fiscal permitió un descenso genuino de esta problemática.
Milei no escatimó críticas hacia las gestiones anteriores, especialmente hacia las políticas regulatorias implementadas tanto por el kirchnerismo como por Juntos por el Cambio. Cargó contra la Ley de Góndolas, impulsada por Elisa Carrió, calificándola como una forma de control de precios y comparándola con las prácticas de intervención directa del kirchnerismo en los mercados. Según el presidente, estas políticas afectaron la competitividad y la libertad económica del país, y su gobierno se encuentra enfocado en revertir esos efectos.
En relación con las próximas elecciones legislativas, Milei descartó la posibilidad de que su hermana, Karina Milei, actual secretaria general de la Presidencia, se presente como candidata. El presidente aseguró que Karina está centrada en fortalecer el armado político de La Libertad Avanza y que no tiene interés en postularse para cargos públicos.
Finalmente, el presidente reafirmó su visión a largo plazo para Argentina, destacando su intención de transformar al país en “el más libre del mundo” y en una potencia global en el plazo de las próximas cuatro décadas.