Famosos como la actriz Penélope Cruz; J.K. Rowling (autora de la exitosa saga Harry Potter); la cantante Mariah Carey; entre otros, tienen temor a conducir y prefieren moverse con un chofer o en transportes alquilados.
Ese miedo a conducir se llama amaxofobia, una palabra que deriva del griego “amaxa” (carro) y “fobia” (miedo irracional).
Sudoración, nerviosismo, aumento de la frecuencia cardíaca, rigidez, miedo intenso, pensamientos y sensación de que algo horrible va a suceder son algunas de las sensaciones de quienes padecen este trastorno muy común.
Con una trayectoria de más de 20 años haciendo que las personas pierdan su amaxofobia, el psicólogo Omar Alzugaray, titular de la Fundación Animate a Manejar, aseguró en entrevista con FM 89.3 Santa María de las Misiones y canal 9 Norte Misionero que “en general la mayoría de los miedos se tratan enfrentándolos”. Es decir que, a quienes lo consultan para terapia, los saca a las calles al volante de un vehículo a manejar.
En ese sentido, propone a los pacientes una exposición controlada y progresiva de esta situación tan temida con un método que él mismo desarrolló.
El propio Alzugaray acompaña a la persona en el vehículo mientras maneja, “porque la exposición tiene que ser en la calle, con el mismo auto que va a manejar luego en tránsito real, desde el domicilio y haciendo los recorridos reales”.
Aunque aclaró que todo tiene que ser paulatino y controlado: “Esa es la mejor manera para exponerse y para ir superando el miedo de a poco”, sostuvo.
En este contexto, el psicólogo comentó que el tiempo en el proceso para superar esta situación es diferente y dependerá de cada persona. “Hay quienes han tenido experiencia en el manejo y lo superan rápidamente y otras que tal vez son principiantes y pueden demorar un poco más, pero no hay tiempos”.
Más mujeres que hombres
En su experiencia profesional, el licenciado Alzugaray aseguró haber tratado a más mujeres que hombres para superar la amaxofobia. Para el psicólogo, se debe a una cuestión cultural: “Históricamente el hecho de manejar fue una acción del hombre. Hace 40 años atrás las mujeres manejaban muy poco. Hoy en día, si bien eso se está revirtiendo, sigue habiendo una cultura machista en el tránsito”. Aunque, destacó que las mujeres en general “suelen ser más apegadas a las normas”.
Respecto a los grupos etarios, el titular de Animate a Manejar indicó que van entre los 30 y 70 años, al contrario de los jóvenes y esto por lo general se debe a dos cuestiones: una neurológica y otra psicológica.
“Cuando uno es adolescente, cree que todo lo puede, que nada malo va a pasar y se arriesga a otras cuestiones. En cambio, cuando uno es más grande, los aprendizajes suelen ser un poquito más lentos, porque hay algo que se llama plasticidad neuronal: tengan en cuenta que manejar es una actividad diferente a todo y para aprender esa nueva actividad, nuevas cadenas neuronales tienen que formarse y eso puede llegar a ser un poquito más lento en personas mayores”, explicó Alzugaray.
Además, hay otras cuestiones más comunes como el caso de mujeres que manejaban y, luego de quedar embarazadas, dejaron de hacerlo: “después no pudieron retomar, por una cuestión de temor ante la responsabilidad de llevar a sus hijos”, aseguró Alzugaray.
Elegir a quién enseñará
Por otra parte, Omar Alzugaray señaló que aprender a manejar con un familiar o pareja puede ser complicado debido a las dinámicas de la relación que pueden generar más presión y frustración.
”La gran mayoría de los hombres, suelen no entender y mucho más los que manejan hace mucho tiempo, qué le pasa a esa persona que tiene miedo, que no puede salir a manejar. Dice, ‘¿pero cómo? Si es una pavada manejar’. Es muy difícil entender para quien tiene incorporado manejar como algo natural”, indicó.
A esto, se suma que hay otras personas que sin darse cuenta “ponen palos en la rueda” porque sienten que pierden ciertos privilegios y “esto tiene que ver con el machismo también” comentó el psicólogo.
Finalmente, el profesional indicó que su enfoque está orientado a acompañar a las personas en un proceso personalizado y alentador en el que también se encuentra con conductores que, “ante la mínima dificultad y frustración, dice: ‘no, listo, yo no puedo más, te dejo’. Cuando empecé con esto y lo sostengo hasta ahora, cuando hay alguna dificultad y se sienten un poco abrumadas ante la situación, yo no tomo el volante nunca. Que puedan superarlos con miedo, con dudas, que le toquen bocina, no importa. Porque si no es muy fácil, ante la primera frustración, dejo todo, así no se progresa. Obviamente, tenemos en cuenta que para una persona principiante la exponemos a cosas que sabemos que van a poder resolver”.