Las celebraciones de Año Nuevo suelen ser momentos de excesos, con cenas abundantes y brindis continuos. En lugar de optar por dietas extremas tras estas festividades, los expertos sugieren adoptar hábitos más saludables sin caer en privaciones severas. Esto permite disfrutar de la comida y las reuniones familiares de manera equilibrada.
Durante la temporada festiva, es común que las personas se enfrenten a un aumento en la ingesta calórica debido a los platos elaborados y los postres típicos de la temporada. Este tipo de alimentación puede llevar a malestares digestivos y, para algunos, a sentimientos de culpa. En respuesta, muchos recurren a dietas restrictivas que prometen una “desintoxicación” rápida.
Sin embargo, los especialistas advierten que el cuerpo humano ya cuenta con un sistema eficaz para eliminar toxinas. Por lo tanto, someterse a dietas extremas no solo es innecesario, sino que puede resultar perjudicial para la salud. La idea de “limpiar” el organismo a través de prácticas restrictivas carece de fundamento científico.
Las dietas detox suelen implicar ayunos prolongados o el consumo exclusivo de frutas y verduras, eliminando grupos alimenticios enteros. Estas prácticas pueden causar efectos secundarios indeseados, como distensión abdominal y náuseas, especialmente en personas con condiciones de salud preexistentes.
Para equilibrar el impacto de las fiestas, se recomiendan varias acciones prácticas. En primer lugar, es esencial mantener una alimentación balanceada que incluya proteínas magras y grasas saludables. Asimismo, incorporar ensaladas y vegetales frescos aporta fibra y nutrientes necesarios para el organismo.
Además, advierten que no se debe saltar comidas en un intento de compensar excesos. Por ello, el comer ligero pero nutritivo antes de eventos festivos ayuda a evitar la sobrealimentación. A su vez, mantenerse hidratado también es clave: beber suficiente agua puede ayudar a controlar el apetito y mejorar la digestión.
Por otra parte, comer despacio y masticar bien son hábitos que favorecen la saciedad y mejoran la experiencia gastronómica. Por último, disfrutar de todos los alimentos con moderación es preferible a restringirlos drásticamente. También, el continuar con hábitos saludables como dormir bien y hacer ejercicio facilitará retomar una rutina equilibrada después de las celebraciones.
Adoptar estos consejos no solo minimiza los excesos, sino que también fomenta un enfoque saludable hacia la alimentación en general. Con pequeñas acciones antes, durante y después de las fiestas, se puede disfrutar plenamente sin consecuencias negativas duraderas.
Fuente: Infobae