Argentina ocupa el sexto lugar a nivel mundial en el ranking de los 10 países donde peor se maneja, según un informe de la consultora Compare The Market. Diversos factores contribuyen a esta situación, entre ellos el mal estado de las rutas, el exceso de velocidad, el cansancio de los conductores, las impericias al volante, el consumo de alcohol y las largas horas de manejo. Estas condiciones afectan tanto a conductores de motos, autos y camiones, como a peatones.
Cada día, los accidentes de tránsito en el país generan víctimas fatales o personas con lesiones de diversa gravedad. En 2023, según la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), el promedio diario de muertes por siniestros viales fue de 12 personas, un aumento del 20% respecto a 2022. En total, hubo 4.369 fallecimientos en 3.642 accidentes.
Los motociclistas son los más afectados, representando el 40% de las víctimas fatales, un porcentaje que aumenta al 58% en las regiones del Noroeste (NOA) y Noreste (NEA). Los automovilistas y peatones también son considerados grupos vulnerables. En cuanto a las edades, las personas entre 15 y 34 años concentran el 38% de las muertes, y el 75% de las víctimas fatales son hombres.
El informe destaca que el 46% de los accidentes ocurren en rutas nacionales, en horarios tanto diurnos como nocturnos. Además del mal estado de las vías, el cansancio y las largas jornadas de manejo agravan el problema. Por otro lado, el exceso de velocidad y el consumo de alcohol son factores recurrentes.
A nivel continental, Argentina comparte el podio de los países con peor manejo junto con Brasil y Perú. Dentro del territorio nacional, la provincia de Buenos Aires lidera las estadísticas negativas, siendo la región más hostil para conducir.
Los datos reflejan una realidad preocupante que, si bien es alarmante, puede ser revertida con un trabajo conjunto entre ciudadanos y autoridades. Las medidas necesarias incluyen:
- Mejorar la infraestructura de calles, avenidas y rutas.
- Implementar controles más estrictos para evitar el exceso de velocidad y el consumo de alcohol al volante.
- Promover campañas de concientización sobre seguridad vial.
- Regular las horas de manejo para prevenir el cansancio extremo.
Reducir estas cifras requiere un compromiso colectivo para transformar las condiciones actuales y garantizar un entorno más seguro para todos los usuarios de la vía pública.
Fuente: Noticias Argentinas