La diferencia cambiaria que favorece a los argentinos con relación a la devaluada moneda brasileña intensificó en los últimos días el paso hacia las playas del vecino país, provocando filas muy extensas, en Puerto Iguazú, donde las demoras para autos particulares promediaban hasta ayer las cinco horas de espera, tal como lo publicara PRIMERA EDICIÓN.
Sin embargo, este sábado según informó una lectora que tomó la decisión de arriesgarse a trasponer el paso, la espera no es tanta y se redujo a una hora aproximadamente, durante el mediodía. Ojalá se mantenga así, e incluso se acelere un poco más por el bien de quienes quieran cruzar el Tancredo Neves.
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