Con el inicio del año, se volvió viral una “batalla” con pistolas de hidrogel en Puerto Iguazú, emulando el reto “Orbeez Challenge”, viral de TikTok, que consiste en disparar bolas de hidrogel a personas y animales en la vía pública. Este desafío se originó en Estados Unidos en 2022 y ha llegado a otras partes del mundo, como la Triple Frontera.
Tal como se publicó en PRIMERA EDICIÓN, para las fiestas de fin de año fueron uno de los regalos más pedidos en las jugueterías en las Placitas posadeñas, donde más variedad había de estos productos, con precios que incluso superaban los $50.000 por unidad.
A Misiones, las pistolas de hidrogel empezaron a ingresar traídas desde Ciudad del Este o Encarnación, por medio del contrabando hormiga, ya que no se fabrican en Argentina. El ingreso de las mismas a la tierra colorada ha generado polémica, como también en tierras paraguayas.
En Ciudad del Este y Pedro Juan Caballero, las autoridades decidieron prohibirlas, aunque siguen comercializándolas con la alta demanda de argentinos. En la primera de ellas, el viernes pasado un niño de cuatro años sufrió lesiones en un ojo, al ser impactado por un hidrogel de otros menores que jugaban con las pistolas en un inquilinato.
No son juguetes
El presidente de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ), Dr. Matías Furió, recordó que en Argentina no se fabrican réplicas de armas, “porque consideramos que fomentan la violencia y no creemos que sea el juego adecuado para nuestros niños”.
Furió informó que estos productos “no cumplen con los ensayos de seguridad por lo que no deberían comercializarse al no estar certificados. Hemos detectado que muchas versiones vienen con baterías de litio inseguras que pueden además provocar una explosión del producto”.
Además, sostuvo que “el mercado está explicado en un 30% por productos importados de dudosa procedencia, que ingresan por contrabando, generan fraude marcario y no cumplen con las normas técnicas de seguridad”.
Con el nuevo marco de desregulación, se espera que las nuevas medidas acentúen esta problemática ya que, a partir de febrero, la Aduana dejará de controlar los certificados de seguridad de los juguetes y será la Secretaría de Industria y Comercio la autoridad de aplicación que fiscalice los productos en el mercado una vez distribuidos. Esto implica un gran desafío en materia de control ya que Argentina es el país de habla hispana de mayor superficie y el 8vo en el mundo.
“En la actualidad, existen muchas empresas que realizan prácticas desleales y posiblemente se distribuyan productos sin los certificados de seguridad, eludiendo este requisito para poder ser comercializados, poniendo en riesgo la salud de nuestros niños”, refirió .
Para atender esta problemática, la Cámara Argentina de la Industria del Juguete ha lanzado el sello de “Juguete Seguro”, que permite que los consumidores identificar fácilmente que el juguete cumple satisfactoriamente con los ensayos que se realizan en el laboratorio de la entidad y que se encuentra en línea con las normativas de seguridad vigentes.