Atrás quedaron el estrés, las preocupaciones, la ansiedad. Finalizada la sesión de Yoga nos sentimos plenos de bienestar y calma, suave la sonrisa y suave la respiración profunda. Sentados en la colchoneta buscamos la lectura habitual y, en la página señalada, releemos: “¿Qué tiene de malo obtener lo que quiero? ¿Por qué debo pensar primero en alguien? Tengo derecho a esperar cosas buenas para mí”, planteo al que el Dr. Deepak Chopra responde ahora:
“Lo que tu ego no ve es algo precioso que está oculto en toda relación espiritual: el misterio que nace del amor; te llama desde un sitio de tranquilidad y alegría que el ego nunca podrá alcanzar con todas sus luchas, exigencias y necesidades. El simple hecho de entrar al espacio entre tú y la persona amada te abre al misterio. Cuando dos personas se enamoran, la existencia del misterio se hace evidente: ambos quedan cegados por él. Se sienten fundidos y perfeccionados en su arrebato. Nada podría salir mal jamás. El mundo entero está contenido en la otra persona. Pero cuando el romance se desvanece, todo esto se esfuma. Por eso es necesario el compromiso para mantener con vida esos primeros atisbos de una satisfacción que está más allá de ti, y que sin embargo no es sino tú mismo”.
Luego de reflexionar unos instantes seguimos leyendo: “Cuando te comprometes con el sendero también te rindes a él. Todos los días te preguntas: ‘¿Qué puede hacer el amor? Muéstrame. Estoy preparado’. Las respuestas te sorprenderán. El amor puede resolver problemas, curar heridas, solucionar disputas y plantear respuestas inesperadas. Pero no estamos hablando del amor personal, es un amor más allá del individuo que ve y sabe todo.” ¡Uy! No queremos dejar de leer pero cerramos aquí. Namasté.